Una investigación reciente revela cómo la actividad cerebral y la amistad están conectadas de manera sorprendente. Descubre por qué tu mejor amigo es más similar a ti de lo que creías.
La amistad, ese vínculo que nos une a personas especiales en nuestras vidas, tiene un encanto misterioso que va más allá de la casualidad. Pero ¿alguna vez te has preguntado por qué te llevas tan bien con tu mejor amigo?
Resulta que la ciencia tiene la respuesta, y se relaciona directamente con lo que está sucediendo en tu cerebro. Acompáñanos en este recorrido por la forma en que tu mente elige a tus amigos más cercanos y cómo esto puede estar relacionado con la actividad neuronal.
Todos hemos oído que los opuestos se atraen, pero en realidad, tendemos a establecer lazos estrechos con personas que se parecen mucho a nosotros. No hablamos solo de gustos compartidos, sino de rasgos similares, como edad, nivel educativo y origen socioeconómico.
Síguenos en: 
Este fenómeno es una manifestación de nuestro instinto animal de buscar seguridad al unirnos con quienes nos son similares. La manada siempre brinda protección, incluso en el mundo de las amistades.
Una investigación llevada a cabo por científicos cognitivos de la Universidad de California en Los Ángeles arroja luz sobre la conexión entre la amistad y la actividad cerebral. Según la Dra. Carolyn Parkinson y su equipo, los mejores amigos no solo comparten rasgos medibles de sus identidades, sino que también muestran patrones de actividad cerebral similares.
Esto significa que cuando estás con tu mejor amigo, sus cerebros responden de manera sorprendentemente similar a los estímulos del entorno.
Los científicos iniciaron su investigación con una red social conformada por 279 estudiantes de posgrado de una universidad conocida entre los neurocientíficos. Los participantes completaron cuestionarios detallados que permitieron trazar una red de conexiones. Luego, 42 de ellos participaron en un estudio de escaneo cerebral mientras veían videoclips.
Los resultados fueron reveladores: cuanto más cercana era la amistad entre los estudiantes, más parecidos eran sus patrones de flujo sanguíneo en respuesta a los estímulos visuales.
Aunque este estudio es un paso inicial, marca un hito importante en la comprensión de la relación entre la amistad y la actividad cerebral. La Dra. Parkinson subraya que los patrones de respuesta neuronal aún necesitan ser explorados en detalle.
El siguiente paso será replicar el experimento con estudiantes entrantes para determinar si estos patrones pueden predecir con precisión quiénes se convertirán en amigos en el transcurso de su tiempo en la escuela.
