¿Qué hago si yo, como adulto responsable de un niño/, me preocupo de regular el uso de pantallas y mi pareja no?

Lo primero es reconocer que esto es más común de los que pensamos y que lamentablemente en parejas heterosexuales pasa a ser la mujer la que regula el uso de pantallas (Moreno-Carmona, Marín-Cortés, Cano-Bedoya, Sanabria-González, Jaramillo-Suárez y Ossa-Ossa, 2021), transformándonos en las “brujas de las pantallas” a nivel familiar, estemos incluso viviendo bajo el mismo techo que el otro progenitor. Esto vuelve a dar fuerza a la brecha de género, la cual ya exponía el año pasado los 132 años necesarios para igualarla en nuestro país, de acuerdo a los Objetivos de Desarrollo Sustentable. Es más, se regula más a las niñas que los niños (Kidsonline, Chile, 2023), lo que va en la misma dirección que lo antes expuesto.

Lo primero que le sugiero es partir conversando con su pareja, desde este rol con usted, ya que es muy frecuente que, si esto sucede, su pareja también esté inmersa sin darse cuenta en un consumo problemático de redes sociales. ¡Entonces muestre lo complejo que se torna convivir con alguien en que el “celular es la extensión de su mano, que come con pantallas, va la baño con el celular y muy probablemente tenga problemas para conciliar el sueño...el celular incluso se interpone en la cama! Si logra instalar esta conversación, le sugiero avanzar, dando cuenta de lo relevante que somos como espejo para nuestro hijo/as a cargo.

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Si la va bien entonces con la primera sugerencia, ya puede hablarle de los efectos del uso indiscriminado de las pantallas, sobre todo intente hacerlo en la más temprana infancia de sus hijo/as o niño/as a cargo. No olvide que mientas más tardíamente se instala esta necesaria conversación con los jóvenes, más difícil será. Puede mostrarle los riesgos asociados a 0 control parental, tales como:

1. Problemas físicos, de obesidad, postura, y problemas en el ciclo sueño /vigilia, principalmente (Ramis, 2021; Lloy, 2021, entre otros)
2. Problemas en la atención, concentración, rendimiento escolar y dificultades conductuales (Zapata-Lamana, Ibarra-Mora, Henriquez-Beltrán, Sepúlveda-Martin, Martínez-González, & Cigarroa, Yalcin, Profesorac, Yildizd, Caylane, Ozdemir & Nergizh, 2021).) 2021).
3. Retraso en el lenguaje (Hernández, 2019 y Ramis, 2021).
4. Dificultades en el desarrollo de empatía, o sea, la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás (Lissak, 2018).
5. Incremento cuadros ansiosos y depresivos (Uddin y Hasan, 2023), incluso intensificación de soledad e ideación e intentos suicidas (Shuting, Zhongping, Niu, Fan y Hao, 2023).

Recuerde que es necesario que todos los adultos a cargo estemos “en sintonía” con la regulación de pantallas si queremos tener una infancia y adolescencia más saludable.