Al "Márquez del Arrayán" se le sumó una nueva demanda por subterfugio, luego de traspasar sus bienes a una empresa que no mantiene actividad comercial para evitar el cobro judicial.
Un complicado momento en materia judicial es el que atraviesa el ex rostro de televisión, Emeterio Ureta, quien fue acusado de adeudar el pago de más de $30 millones que debería hacer en favor del trabajador que transportó en el pick-up de su camioneta durante la pandemia, en agosto de 2022. A esto sumó una segunda demanda en su contra por subterfugio, al traspasar sus bienes para pagar la primera sentencia, a una sociedad que no tiene movimientos comerciales.
Ureta, conocido por sus supuestos lujos y ser un empresario chileno exitoso, fue demandado en enero de 2021 por parte del trabajador el cual llevó en la parte trasera de su camioneta pandemia por una serie de vulneración de derechos laborales, como por daños físicos y psicológicos y también, por daño moral, ganando la batalla judicial, la que incluyó un recurso de nulidad ante la Corte de Apelaciones por parte de la defensa del empresario, el cual abandonó en medio de su tramitación.
Sin embargo, el ex rostro televisivo, a pesar de la sentencia en su contra, no ha efectuado el pago al cual fue condenado por el Segundo Juzgado Laboral de Santiago y los $12 millones de la primera sentencia fueron derivados hasta el Juzgado de Cobranza Laboral y Judicial, que tras los reajustes se traduciría en el pago de más de $30 millones de acuerdo a la última liquidación, algo que aún se tramita por la negativa del demandado de cumplir con las sentencias en su contra.
Síguenos en: 
Por ello, la defensa del demandante, presentó una nueva acción judicial en agosto de este año por subterfugio en contra de Ureta, la empresa Mantenciones Aasphalt y su hijo José Ureta Fisher por ocultar o disfrazar su patrimonio con tal de eludir las obligaciones del fallo.
De acuerdo al documento presentado ante tribunales, el hombre de negocios traspasó un día antes de la audiencia preparatoria de la demanda por tutela laboral los bienes a su nombre, lo que incluyó una camioneta 4x4 marca Dogde y otra marca Mitsubishi modelo Katana, que eran propiedad de Mantenciones Aasphalt y de Ureta, a una segunda empresa llamada Inmobiliaria Manetita, que se registra como propiedad de su hijo José.
Manetita, figura como una "empresa fantasma", al no desarrollar actividad comercial o económica. Además, no ha emitido documentos tributarios y existe una solicitud del término del giro desde agosto de 2017.
Según los antecedentes de la primera demanda y probados por el tribunal, el operario se desempeñaba en la empresa de Ureta (Mantenciones Aasphalt) desde 1998 de manera interrumpida como maestro de impermeabilización, pero durante 2010, el vínculo laboral se hizo más permanente, aunque sin formalizar vía contrato de trabajo.
En la demanda, también se describe un episodio del año 2017 que puso en riesgo la vida del trabajador, que desempeñándose para la entidad de propiedad de Ureta -que trabaja en la instalación de techos- el hombre sufrió quemaduras de segundo grado al no contar con los implementos correctos de seguridad y, debido a la falta del pago de cotizaciones, se complicó su atención en las mutuales de seguridad, debiendo ser trasladado hasta la Ex Posta Central por instrucción del empresario.
Tras la atención de urgencia y luego de ser derivado el consultorio cercano a su domicilio, los médicos del recinto declararon que las quemaduras eran de segundo grado.
