Apenas el parlamentario se acomodó en su asiento, los fanáticos comenzaron a entonar: “Rojo Edwards, la con... la con...”.
Síguenos en:
Por suerte la situación no pasó más allá de los insultos, y el senador se tomó la situación con calma, incluso alentando a los hinchas colocolinos a seguir cantando rumbo a Buenos Aires.
El columnista de La Hora recordó las medallas conseguidas por el tenis en Atenas 2004. Es lo más importante en la historia de nuestro deporte, aseguró.