Tensión en el Biobío: Gobierno activa Ley Antiterrorista por ataques en Santa Bárbara y Contulmo
Los hechos registrados han encendido las alarmas por un eventual repunte de la violencia rural en la zona.
En la audiencia realizada esta jornada se confirmó que el autor del crimen junto con su sobrino quedaron en prisión preventiva.
Esta jornada se realizó la formalización a Adalio Mansilla Quinchamán en Punta Arenas. El sujeto de 30 años es imputado por descuartizar a otro joven en la Población Nelda Panicucci de la capital de la Zona Austral de Chile.
En la audiencia los fiscales Eugenio Campos, Fernando Dobson y Manuel Soto, entregaron nuevos detalles del horrendo crimen. En esta ocasión inclusive se confirmó que hubo más personas que presenciaron el acto.
En primea instancia se indicó que todo comenzó durante la madrugada del pasado 14 de enero. La víctima Roberto Verdugo Vargas, se encontró con Adalio Mansilla Quinchamán y su sobrino Fabián Peña Mansilla. Estos estaban bebiendo en el antejardín y lo invitaron a beber. Eso sí, para ingresar debía pagar dos mil pesos.
Roberto Verdugo Medina exigió justicia por su hijo y enfatizó que el asesino de su hijo fue beneficiado por la "puerta giratoria".
Al interior del inmueble Aladio Mansilla empezó a discutir con la víctima. Los ánimos se caldearon y el agresor finalmente lo atacó con un arma cortopunzante. "Le propinó múltiples estocadas vitales, especialmente en la parte cervical como también la abdominal, que le provocaron la muerte por anemia aguda", indicaron en la formalización.
Tras ello, continúo con su crimen y descuartizó al joven en el living de la casa. Todo esto ante la presencia de su sobrino, quien no prestó ayuda en ningún momento. Por lo que ambos agudizaron "inhumanamente el sufrimiento de la víctima".
Finalmente se determinó la prisión preventiva para Adalio Mansilla Quinchamán y su sobrino. Lo que se extenderá por los próximos 120 días que dure la investigación. Cabe consignar que son investigados como autor y cómplice por los delitos de homicidio calificado, con alevosía y ensañamiento.
"Nosotros no vamos a ser los mismos como familia", lamentó el padre de Roberto Verdugo.
Los hechos registrados han encendido las alarmas por un eventual repunte de la violencia rural en la zona.
La mujer de 56 años fue vista por última vez el pasado 3 de abril, saliendo de su hogar con destino al centro de la ciudad para una reunión con su empleador.
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