La dura crítica de Álvaro Salas a la TV | Redes sociales | Referencial
El legendario comediante lanzó una durísima crítica a los programas de televisión, afirmando que antes la TV era mucho mejor.
Hablar de Álvaro Salas es sinónimo de hablar a risa tendida. El comediante, recordado por sus emblemáticas rutinas en el Festival de Viña del Mar y por sus icónicos programas de TV, hoy tiene 71 años y no posee la mejor opinión sobre la industria televisiva.
El humorista se sinceró con Luis Jara en ''Al piano con Lucho'', de TV+, y no dudó en lanzar su sincera opinión con respecto al panorama de la televisión actual.
Para poner en contexto. Álvaro Salas trabajó entre los años 90 y 2000 en la TV, donde compartió animación con Kike Morandé y Cecilia Bolocco en "Viva el lunes".
Teniendo en cuenta estos antecedentes, el ''rey del chiste corto'' reflexionó sobre esto mismo: ''Yo nunca quise llegar a decir: 'Oye, la televisión de antes era mucho mejor que la de ahora, pero era mejor', pero era mejor...".
A lo que agregó sin tapujos: ''Antes no había Netflix, no había cable, no había nada de esta competencia tan fuerte. No, no había nada de eso, era televisión abierta o televisión abierta. Eso obliga a ser más creativo, por eso había tantos programas", contó el comediante.
Siguiendo con su duro análisis, Álvaro Salas enfatizó en que "hoy día en la televisión son otros formatos, hay que hacer los programas como vienen de afuera, está volviendo el reality, la farandula. Hoy día tienes teleseries todo el día y todo el fin de semana, entonces no hay mucha variedad".
"No vas a cantar, te invitan a programas de trivia, de concurso, pero show no hay", lamentó.
Pero no sólo los programas fueron blanco de las críticas del humorista, los noticiarios tampoco se salvaron: "Todas las noticias son malas, tiene ese trémulo... Hacen mal mentalmente, no dan noticias buenas".
"Por suerte ganó Chile el otro día y dieron una noticia buena, a (Ricardo) Gareca no lo abrazaban desde Año Nuevo", remató Salas, siempre con un chiste bajo la manga.
Además, el comunicador crítico que se le diera más importancia a la información sobre que Pinochet fingía demencia para evitar la extradición, que a la aparición de un documento firmado por él autorizando la Caravana de la Muerte.