Un fin de semana de ensueño tuvo la fanaticada metalera de nuestro país; destacada por ser la más poderosa y fiel del mundo, según las propias bandas que se presentaron en el evento que resultó en un éxito de proporciones.
Llegó finalmente uno de los encuentros más esperados del año para la gran comunidad de metalheads que habitan en este largo y angosto territorio del más vasto rincón del continente sudamericano.
Una vez más somos testigos de la gran horda que conquista el centro de Santiago para dar vida a la quinta edición de The Metal Fest Chile 2024.
El epicentro sudamericano del metal tuvo a 28 bandas, 14 nacionales y 14 internacionales, repartidas en los dos escenarios disponibles: Devil Stage como escenario principal para las bandas extranjeras dentro del arena; y el Hell Stage para los dueños de casa a las afueras del domo, además, el festival contó con una amplia gama de puestos de comida, lugares de interacción social, espacios para firma de autógrafos y stands de distintos tipos, convirtiendo al Movistar Arena en el mismísimo punto neurálgico del heavy metal en este fin de semana.
Los grandes platos de la primera jornada fueron: Exodus, quienes nos trajeron de vuelta lo mejor del thrash metal más puro y duro; los brasileños Sepultura, que tras cuatro décadas en el ruedo, decidieron colgar los guantes para mantener la leyenda antes de que muera en vida. Con un set empapado en clásicos, rememorando principalmente las más reconocidas del ''Roots'' (1996), cerrando precisamente con "Roots Bloody Roots".
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Los suecos Soen regalaron la cuota de metal sinfónico, y que mejor que con uno de los exponentes más populares y reconocidos de la nueva generación de rock y metal progresivo.
Finalizando la contienda en el escenario principal, se presentan los noruegos Emperor con lo mejor del black metal sinfónico europeo, oscuro, denso, afligido y desolador. Un plato que el público esperó pacientemente y que no decepcionó en lo más mínimo, dejando a la audiencia satisfecha y bastante cansada después de 12 horas de aguante en el Movistar Arena.
Domingo, día del señor... de las tinieblas. La segunda jornada del The Metal Fest Chile 2024 no decepcionó. El clima acompañó y las fanáticos del metal agolparon desde poco antes del mediodía las inmediaciones del Parque O'Higgins.
El público, en esas típicas conversaciones haciendo la fila, o esperando alguna que otra cerveza, decía que esto, literalmente, ''no era un festival, sino que más algo parecido a un ritual, una ceremonia, una congregación ocultista desde lo estético, pero familiar desde lo tangible''.
Se debe destacar la presentación de los neoyorquinos de Biohazard, que con sus letras combativas y mensajes de tinte social enloquecieron a la primera línea del Movistar Arena con su metal hardcore que roza con elementos del hip hop. Una maravilla que preparó lo que se venía: Overkill, banda que explotó al alero de Megadeth, Metallica o Slayer a comienzos de los '80..
Las bengalas, como era de esperarse, agolparon el mosh sin queja alguna; sin embargo, los ''headbangers'', aunque no lo parezcan, abogan por la seguridad de los presentes. Era un ambiente controlado, y Overkill, metiendo clásico tras clásico, se fue entre aplausos.
La guinda a la torta. El broche de Oro. Anthrax fueron los encargados de cerrar (o coronar) un fin de semana plagado de riffs y gritos guturales. Las chaquetas de cuero y mezclilla quedaban apoyadas en los asientos, pues se sabía lo que venía: Una intensidad que sólo la banda oriunda de Nueva York sabe brindar.
Liderados por Scott Ian, Joey Belladona y Charlie Benante, la banda obsequió un repertorio pertinente, al hueso, sin mayores dilaciones; algo que fue agradecido por los que se quedaron hasta el final, que no fueron pocos. Una batalla épica que confirmó, según palabras del propio Ian, ''que Chile tiene el mejor público de metal en el mundo''. Era que no.
Quizás el género no forma parte de los trending topics ni de los virales hoy en día; sitial que hasta mediados de los '90 dominaba con orgullo. Pero los tiempos cambian, no así la fanaticada; silente, pasional y única. Grupos de diversas generaciones que gozaron de principio a fin y tuvieron su fin de semana soñado... larga vidal al metal.
