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No es falso que Marco Antonio López Spagui, tiene un poder de convencimiento capaz de dejar a cualquier persona bajo su alero a cambio de una “asesoría espiritual’’.
Eso mismo lo sabe perfectamente Tonka Tomicic, quien en 2003 conoció a un tipo llamado Parived, quien la ayudaría para sanarla mentalmente tras momentos difíciles que la animadora vivía en TVN, sumado a problemas de su madre u hermana.
En un par de meses se convertiría en la flamante pareja del denominado, en ese entonces, asesor mental de las modelos. Inessa Sorokina, modelo rusa fue quién le presento a López Spagui a Tomicic. La extranjera era la pareja de él, y posteriormente la dejó por la ahora rostro de Canal 13.
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En ese tiempo se le acusó a Tonka de haberle robado la pareja a su amiga rusa, algo que después se esclareció en el tiempo, con casi 20 años de relación estable. Pero lo cierto es que en la actualidad, en el mundo del espectáculo, y a raíz del caso relojes, varios rostros de TV, que no han querido revelar su identidad contaron a La Hora la estrategia de López Spagui para lograr convencerlos de que requerían un guía espiritual. Después de eso, pasaban otras cosas.
Modus operandi de Parived
Según aseguran varias personas que conocieron a Parived, aseguran que éste después de un tiempo empezaba a preguntarles si se sentían bien, porque les notaba caras de preocupación o de nerviosismo. Los aludidos se sorprendían con las aseveraciones de López y terminaban juntándose con él para que los “asesorara’’.
“Una vez me lo topé en una recepción y me dijo, ‘oye, andas con una cara rara ¿Te pasa algo?. Yo le dije que no. A la segunda vez me dijo lo mismo y terminé preocupada y con ganas de que me contara más de mí’’, confesó una productora de la industria de la TV, quien prefirió mantener en secreto su nombre.
Así actuaba este oriundo de Arica. Tiene una infancia en la Villa Magisterio de la Ciudad de la Eterna Primavera. Un hogar de una familia esforzada, de un padre Carabinero que terminó -tras su retiro con una empresa de fertilizantes.
En el norte del país recuerdan a Parived, como un tipo callado, esforzado, pero muy audaz con sus negocios. “Le decían ‘el Pepa’. Estudiaba en el liceo A-5. Y cuando su papá vendía fertilizantes, él mismo hacía sus propias bolsitas y se los vendía a las vecinas. Siempre fue pillo para los negocios. Te hablaba y te dejaba loco con sus ideas. Después se fue al Tibet, como a los 16 años, según me contaron y no supe más’’, señala una de las trabajadoras que atendía un quiosco de ese establecimiento educacional.
Seguramente después de ese supuesto viaje, López Spagui, quien ahora enfrenta a la justicia por el caso relojes VIP, se convirtió en Parived.
