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Los artistas suelen crear en momentos difíciles en los que deberían descansar, como le pasó a Américo, quien creó su nuevo disco "Cumbia Despechada" en medio de una crisis matrimonial. Así lo reveló a La Hora de Conversar, donde abordó cómo fue su separación en pandemia.
En conversación con Sergio Marabolí, Domingo Johnny Vega Urzúa, más conocido como Américo, comentó cómo nació esta nueva producción que tuvo una extensa gira incluida.
Fueron 121 presentaciones que realizó Américo a lo largo de Chile y el mundo, llegando incluso con presentaciones en el Madison Square Garden en Nueva York.
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"Cumbia Despechada"
Entrando en materia de su nueva obra, fue que Américo comenzó contando. "Este disco lo veníamos haciendo desde la pandemia, un disco con harto stress, con harto dolor".
Fue en ese momento que Mingo, como es conocido entre sus amigos, habla sobre la pena de amor que llevó en este proceso que paró a todo Chile. "Yo estuve con un desajuste en el amor, con mi esposa y estas relaciones que nos veíamos 365 días del año 24/7, en algún momento complicó".
En este camino fue que abrió su corazón de como se sentía junto a su esposa, María Teresa Órdenes con quien se casó el 2013. "Uno se da cuenta que quizás no te conoces mucho, o que tienes una comunicación no tan buena como pensabas que tenías y en septiembre del 2020 me separo con mi esposa".
Este dolor fue lo que creó en gran parte su producción actual. "Me acuerdo que estuve unos días en la oficina llorando mis penas, con mis amigotes vía zoom no más chupando porque uno no se podía juntar".
Frente al sentimiento que se le impregnó a las letras, Américo cuenta. "Aquí hay emociones, me sirvió para llorar las penas y me sirvió para hacerme la víctima también, y afortunadamente ahora puedo contarlo desde esta vereda".
"¡A Morir!"
Si alguien ha escuchado alguna vez a Américo sabe que en algún momento de la canción se va a venir su grito que es un sello dentro de su carrera, y ese es el "¡A Morir!".
Fue así como uno de los músicos tropicales de nuestro país contó como nació la mítica frase que lo ha acompañado por años. "Fue entre el año 2004 y 2006, estábamos en Europa con un grupo de amigos tocando por allá en la zona de Suecia y Noruega", comenzó contando.
Y es sabido que estando por allá, sin la fama de Chile, ellos tenían que hacerse la vida. "Tocábamos en distintos lugares todos los fines de semana, y de pronto decíamos '¿y si tocamos aquí en la calle?', y ahí era que decíamos 'vamos, y ¡a morir!', 'démosle a morir'".
Pero sabe que dentro de todo no es solo de el. "Yo lo comparto con los chicos de ese momento, y era nuestra arenga, nuestro grito de guerra". Pero también tenía su parte picarona, "de pronto aparecía un grupo de chicas y era lo mismo, ¡a morir!, jajajá", lo dice ya arrepintiéndose porque lo pueden retar, "me vendí solo".
