"Cerrar estadios por el Mundial sub 20, no estoy de acuerdo": Esteban Paredes por suspensión de partidos
El ex capitán de Colo Colo manifestó su incomodidad ante la cancelación recurrente de los partidos de la Liga de Primera.
El histórico defensor de Colo Colo fue uno de los invitados a la despedida de Jaime Valdés, en donde abordó su estado de salud.
Fue en mayo de 2022, hace casi dos años, que un duro golpe remeció el mundo del fútbol, cuando se dio a conocer que Lizardo Garrido, ídolo de Colo Colo, fue diagnosticado de leucemia.
Desde ahí comenzó una dura batalla contra la enfermedad, que lo tuvo varios meses hospitalizado y donde incluso fue trasplantado.
Ahora, a más de un año de haber sido dado de alta, el "Chano" dice que aquel suceso cambió su vida radicalmente y para siempre.
El Cacique fichó a un joven extremo argentino que convenció a la institución luego de varios días estando a prueba.
El campeón con Colo Colo en la Copa Libertadores de 1991 fue uno de los distinguidos invitados que tuvo la despedida de Jaime Valdés en el Estadio Monumental.
En dicha instancia, Garrido se refirió a su estado de salud actual: "Efectivamente estoy un poco mejor. Estoy con tratamiento, con visitas al médico cada 15 días, me tomo 11 pastillas diarias... bueno, es un proceso bastante largo y, obviamente, que a mí me cambió la vida casi un ciento por ciento", reveló en diálogo con 24 horas.
"Ustedes ven que estoy bien, pero tengo bastantes problemas... pero trato de venir a Colo Colo todos los días y la verdad es que este ambiente y, sobretodo la gente de Colo Colo, no tengo ninguna duda que me ha dado la energía como para levantarme y para funcionar y para dar la pelea", sostuvo el histórico defensa nacional.
El ex capitán de Colo Colo manifestó su incomodidad ante la cancelación recurrente de los partidos de la Liga de Primera.
El delantero histórico de la UC entrenó por primera vez bajo las órdenes de Ricardo Gareca en Juan Pinto Durán.
El presidente de los albo puso a disposición de su abogado las pruebas que acreditan el cobarde accionar de Carlos Cortés durante la última reunión de directorio.