La muerte del cabo Segundo David Florido Cisterna, causó conmoción general a nivel nacional, luego de ser brutalmente asesinado mientras realizaba un operativo de fiscalización en Pedro Aguirre Cerda.
El funcionario de Carabineros de 33 años, recibió un mortal disparo en la cabeza cuando estaba por ingresar a una peluquería para fiscalizar el porte no autorizado y comercialización de armas de fuego.
Stephanie Soto, pareja de Florido conversó con Las Últimas Noticias, y relató parte de su historia de amor y como vivió la triste partida.
La pareja se conoció a comienzos de la pandemia y se flecharon de inmediato: "Fue la primera vez que lo vi. Me fulminó con su mirada. Sus ojos eran lo único que podía ver de él, pero con eso me bastó. Me encantó al tiro. No sé cómo explicarlo", contó Soto.
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"Un día me invitó a salir y me dio el primer beso. Un mes después de conocernos ya estábamos pololeando. Todo era muy intenso. Al poco tiempo después de estar juntos, me dijo que después de 17 años se había vuelto a enamorar", agregó.
Luego de un intenso comienzo de relación, en 2021 llegó su primera hija, la pequeña Nicole: "El sentimiento era tan poderoso, tan intenso, que no dudamos nada. Cuando tenía dos meses de embarazo, me dijo que nos fuéramos vivir juntos".
La última vez
Respecto a lo ocurrido el pasado 10 de junio, Stephanie Soto relató que ella estaba en el supermercado, cuando comenzó ha recibir llamados de varios integrantes de su familia. "Supe que algo raro había pasado", contó.
"Al final me llamó una excompañera de colegio que está casada con un Carabinero y me contó lo que había ocurrido, que David había recibido un balazo en la cabeza y que estaba en el Hospital Barros Luco", añadió la pareja del cabo Florido.
Posteriormente se dirigió al hospital junto a su padre, allá un colega de su pareja le pidió que esperara para cualquier información. "Yo no estaba para esperar nada. Entré a una sala y uno de los compañeros de David me dijo que había muerto".
"Enloquecí. Entré en la sala donde estaba, todo ensangrentado y muerto. Lloré, grité, pateleé. Se me nubló todo. No se puede describir tanto dolor", lamenta ella, ya que "todos los planes, los sueños, nuestra historia terminó en un segundo", sentenció Stephanie Soto.