Dada la época del año y los cambios de temperatura, todos los expertos advierten del incremento de virus en nuestros niño/as y por supuesto, el contagio a los adultos cuidadores, a quien tienden a darnos cuadros de mayor complejidad.
En este contexto, lo primero es que, si nuestro/as niño/as están enfermos, su energía disminuirá, sobre todo si tienen fiebre. Si esto sucede, por favor intente que no esté pegado a la televisión o la tablet, ya que sólo le generará más molestias. Incluso si tiene fiebre, es probable ni siquiera quiera ver nada y sólo desea tener un adulto cerca que lo “acune”.
Por eso es tan importante no criar solo o sola y distribuirse la tarea con otro adulto, ojalá con el otro progenitor, si es factible. Todas y todas los que cuidamos, sabemos lo que es pasar noches en vela por fiebre que sube y baja en la noche de un niño/a.
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Si esto le sucede, no olvide que parte de las actuales políticas públicas, dicen relación con la conciliación familia/trabajo, así que converse con su jefatura, en caso de que usted trabaje fuera de casa, de que esta viviendo esta situación, para poder cuidarlo o al menos, para que éste sepa que usted no está en un 100%, sobre todo si no ha podido conciliar un sueño reparador.
Si trabaja dentro de casa, o sea, realiza las labores del hogar, también pida ayuda. El trabajo doméstico es sub valorado y tampoco se puede hacer totalmente con uno o varios hijo/as enfermo/as. Por otra parte, si no tiene fiebre y desea ver pantallas, priorice la TV a la tablet o una pantalla no tan cercana a la vista (en dispositivos móviles, ojalá con luz azul).
Aproveche el tiempo que usted lo/a cuida, para conversar acerca de cómo se va sintiendo y si ya tiene más ánimo, compartir un juego de mesa o algo que ponga su foco de atención en otra cosa. Permita que se recupere bien, luego tendrá tiempo de “ponerse al día” con las materias de clases. Aproveche también de conversar acerca de sus intereses digitales, ya que como hemos reflexionado anteriormente, muchas veces no tenemos y/o no nos damos el tiempo de conocer a nuestros niño/as en este ámbito, lo que resulta fundamental si queremos lograr una real mediación parental digital activa, o sea, acompañar, sacar provecho de la tecnología y mostrar los riegos del mal uso.
Por otra parte, si usted que cuida un niño/a está enfermo, piense que es una situación de excepción, entonces no se sobre exija. Desde esta perspectiva, no tenga culpa si este período su hijo/a o niño/a a cargo ve más pantallas que “lo normal”. Lo relevante es que lo plantee a éste/a como una situación puntual y que cuando usted mejore, se retornará al acompañamiento en tiempos y contenidos que usted ha establecido.
No crea que por flexibilizase en un período de tiempo determinado, se retrocederá todo lo que se ha avanzado con el niño/a... al revés, el conversar acerca de esto, le da cuenta que usted no es “súper madre, padre o cuidador principal” y que hay momentos en la vida que nos exigen mayor flexibilidad.
También es relevante para que desarrolle la empatía, o sea, “mi mama, papá o tía/o también se enferma y se siente mal, debe descansar”. Por eso también, es necesario criar en red, ya sea con apoyo del otro progenitor/a, incluso si se está separado (a menos que haya habido una vulneración de derechos de parte de éste), de la familia extensa o amigo/as.
Por último, así como los virus que nos enferman se contagian, la empatía y las conductas prosociales también, así que no deseche estas ideas en estos tiempos de virus... ¡seamos un virus positivo que genere más prácticas de acompañamiento digital a nuestras niñas y niños!
VIVIANA TARTAKOWSKY PEZOA
Directora Escuela Psicología
Universidad Bernardo O´Higgins
Investigadora en temas de familia, resiliencia y mediación parental digital
@ps_viviana.tartakowsky
