El misterio detrás del número 4 y su reputación de mala suerte

Desde tiempos inmemoriales, el número cuatro ha sido asociado con la mala suerte en diversas culturas alrededor del mundo. Esta creencia ha trascendido generaciones y ha dejado una huella en diferentes aspectos de la vida cotidiana. Pero, ¿por qué se considera que el número 4 trae consigo mal augurio?

El origen de esta superstición se remonta a las antiguas civilizaciones y sus creencias en la numerología y la simbología. En muchas culturas orientales, como la china donde se llama Sì y en la japonesa Shi, ocurre que el número 4 se pronuncia de manera similar a la palabra «muerte». En chino muerte es Sǐwáng y en japonés Shi. Esta similitud fonética ha llevado a asociar al número 4 con la muerte y, por ende, con la mala suerte.

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El número cuatro en la cultura

En algunas comunidades occidentales, la creencia en la mala suerte del número 4 también tiene raíces religiosas. En la tradición cristiana, se cree que el número 4 está relacionado con el pecado y la tentación. Esto se basa en el relato bíblico de los cuatro jinetes del Apocalipsis, quienes representan la guerra, la hambruna, la peste y la muerte. Esta conexión ha alimentado la superstición y ha reforzado la reputación negativa del número cuatro.

Curiosamente, existen muchas curiosidades y coincidencias relacionadas con el número 4 que han llamado la atención a lo largo de la historia. Por ejemplo, en algunas culturas asiáticas, se evita colocar el número 4 en los ascensores o en los pisos de los edificios, ya que se considera de mal augurio. En contraste, en la cultura occidental, el número 4 es a menudo considerado como un símbolo de estabilidad y solidez.