¡Tuvieron que pasar casi 30 años!: Un clásico inolvidable que cautivó a los chilenos vuelve a TVN
Se trata de una recordada teleserie que fue emitida en 1999 por la señal pública.
Durante la noche del jueves en Mundos Opuestos, se vivió un momento especialmente conmovedor cuando los participantes se enfrentaron a una actividad de carácter íntimo. La consigna era clara: dibujar algo que representara un aspecto importante de sus vidas. Al llegar el turno de Joche Bibbó, sorprendió a todos al mostrar una ilustración compuesta por un aro de básquetbol y un anillo dorado, elementos que reflejaban episodios cruciales de su historia personal.
Joche, visiblemente conmovido, comenzó relatando que creció en Córdoba, justo frente al Club Atenas, donde se enamoró del básquetbol y acumuló varios récords de salto. "Amo este deporte, dejé el colegio a los 15 años para dedicarme por completo a esto", comentó. Sin embargo, lo que comenzó como una historia de pasión deportiva, pronto giró hacia una revelación más oscura: su batalla contra las drogas, un tema que hasta entonces había mantenido oculto.
Con la voz entrecortada, reconoció: "Tuve un romance con la droga que me arruinó". Contó que su aislamiento y la falta de comunicación lo alejaron aún más de pedir ayuda a tiempo. "Cuando quise hablar, ya era tarde, y cuando intenté volver, caí en una depresión terrible, me fui a la mierda", agregó. El ex chico reality confesó que llegó a un punto en el que sentía que no había forma de salir, cometiendo errores de los que no se siente orgulloso y que prefiere no detallar.
Fue entonces cuando su madre se convirtió en su salvavidas. "Ella veía en qué estado estaba. Tenía que maquillarme para salir porque mi cara era un desastre, estaba flaco, destruido. Mi vieja me dijo que no podía seguir así, cortó su anillo de casada, lo vendió y con esa plata me consiguió un contacto. Así llegué a Chile, tenía 17 años", relató con emoción.
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Entre lágrimas, Joche cerró su testimonio agradeciendo profundamente a su madre, a quien calificó como "la MVP de todo este juego", y también a la gente de Chile, que lo acogió. "No te voy a mentir, es difícil porque viene desde muy chico, y dar el salto parece imposible, pero estar aquí me hace bien y estoy agradecido de poder compartir esto con ustedes", concluyó.
Su relato no dejó a nadie indiferente: la emoción se apoderó del set y varios de sus compañeros, como Eskarcita, Luis Jiménez y Disley, no pudieron contener las lágrimas. Sergio Lagos, conductor del programa, lo abrazó visiblemente afectado por la intensidad de la confesión.
