El fallecido fotógrafo Toni Espadas decía que Etiopía lo había marcado de por vida y se había convertido en un segundo hogar.
Su característica sonrisa reflejaba su pasión por su trabajo y, específicamente por África, continente en donde lamentablemente terminó su vida.
El guía, encargado de acompañar al equipo del programa de Canal 13, ''Socios por el Mundo'', conducido por Pancho Saavedra y Jorge Zabaleta, perdió la vida durante la jornada del pasado lunes tras visitar a la tribu Mursi.
Tras un sinfín de hipótesis sobre cómo se habrían producidos los trágicos hechos, de acuerdo a la esposa de Espadas, Irene Cordón, el guía habría recibido un ''disparo fortuito''.
Video| "Algo pasa en un viaje": La tenebrosa predicción que recibió Pancho Saavedra y Jorge Zabaleta sobre "Socios por el mundo"
Los animadores fueron advertidos en India sobre un peligro que podrían vivir en uno de sus viajes.
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Muerte producto de la ''mala suerte''
"No fue ni un ataque, ni un tiroteo, ni una emboscada y no los estaban esperando. Fue un disparo que podría haber chocado contra el retrovisor del coche que conducía, pero tuvo la mala suerte de impactar en la cabeza de Toni", explicó la mujer en declaraciones a El Periódico.
Cordón, cabe consignar, se trasladó a la capital de Etiopía, Adís Abeba, para realizar los trámites para la repatriación del cuerpo de su marido.
Tras el trágico incidente, la también doctora en Historia sostuvo que la comitiva de ''Socios por el Mundo'' se encontró con dos jóvenes en un contexto de una disputa tribal entre miembros de las etnias Ari y Mursi.
En esa línea, todo apunta a que el desenlace fue producto de "la mala suerte", contó su pareja, tras una jornada de grabación tranquila con miembros de la tribu Mursi.
La reflexión de Irene Cordón
La historiadora también reflexionó que "soy una privilegiada por haber estado a tu lado de quien cada día aprendía algo. Eres excepcional, único. Un ser luminoso. Te he amado como no sabía que podía querer a una pareja. Lástima que te hayas apagado tan pronto. Dejas en mí (y en mucha gente) una huella enorme, imborrable. Pero también me dejas un vacío inmenso".
"Una vez más, marchas de viaje, pero éste es de ‘no retorno’", lamentó, y cerró "desde aquí, desde Adís Abeba, de donde me has hecho venir a buscarte".