"Un tío tan tonto como tú": Oriana vuelve a perder la paciencia con Facundo por burlas de sus compañeros
La peruana Anyella Grados le sacó en cara una antigua interacción al modelo argentino, sacando risas en el resto de sus compañeros.
Desde hace un tiempo, Claudia Conserva se convirtió en un símbolo de lucha y valentía, esto a raíz de su constante batalla por el cáncer de mama que la afectó y que la obligó a realizar una verdadera metamorfosis en su vida.
Así lo reveló en una entrevista a Revista Caras, donde la animadora no solo habló de los cambios en consecuencia de la enfermedad, también expresó su gratitud hacia su esposo Juan Carlos Valdivia y opinó sobre las críticas que ha recibido su documental "Brava", donde retrata su realidad con el objetivo de ser una ayuda y aprendizaje para con quienes sufren de cáncer y reflejar lo complicado que es lidiar con la enfermedad.
Al ser consultada sobre los cambios que realizó en su vida, la también actriz, no tuvo reparo en contar como era su vida antes del cáncer y como este le ayudó en convertirse en una mejor persona, sintiéndose libre y sin autoexigencia, señalando que para agradecer la segunda oportunidad que le dio la vida, decidió dejar todo lo negativo atrás.
Control y obsesión
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La animadora de TV+, no tardó en reconocer que su vida antes del cáncer estaba marcada por el sedentarismo, la buena mesa donde la carne no podía faltar, enfatizando que le gustaba tomar vino y que los cigarros eran su fiel compañero.
Agregando que "el cuerpo nunca me interesó demasiado. Y fui muy maltratadora con él. Nunca me puse cremas, no me cuidaba el pelo, me sacaba el maquillaje bruscamente, le restaba importancia a todo lo que fuera autocuidado".
Algo que llama la atención del relato de Conserva es la conciencia que tiene sobre ella y el poder para querer transformarse, toma lo negativo para que florezca y pueda ser un aporte tanto para ella como para quienes la rodean.
"Llevaba una vida sedentaria, fumadora, estresada y controladora ¡muy controladora!", expresa. Luego explica que "controlaba todo, desde relaciones humanas hasta mis hijos que ya son grandes".
Pero no solo en la vida privada, Claudia quería saberlo todo, también en su trabajo "yo me hacía cargo de todo. Me impuse de que a mi se me tenían que ocurrir los temas del programa, todo pasaba y era visado por mí", manifestó la comunicadora.
La fuerza del amor
Una potente reflexión fue la que Claudia realizó durante la entrevista, esto al ser consultada sobre la razón que la mantuvo con fuerzas y ganas de vivir.
"Sólo me preocupaba por cómo sería el último tiempo con mi marido e hijos, ¡eso me daba pena! Me siento importante en mi familia, no hay día en que el Pollo no me diga que me ama con el alma, en que los niños no me llenen de besos. Pensaba: qué lata perdérmelos, no quiero irme ahora", expresa.
En esta misma línea, la comunicadora añadió "el Pollo fue una de las razones para quedarme y luchar, no iba a dejarlo solo. Nuestra relación es tan profunda, tan grande, es una vida juntos, que no podía abandonarlo, quería quedarme con él. Sabía cuánto sufría y la impotencia que sentía por no poder hacer nada con este monstruo que tenía adentro", reflexionó Conserva.
Por último, recordó las veces en que Juan Carlos Valdivia, le entregó su ánimo sin mostrar debilidad "él me tomaba y me decía: "¡No, Claudia, por favor, cómo se te ocurre decir eso!". Él se dedicó exclusivamente a mí, iba a trabajar y volvía para cuidarme. Sufrió tanto o más que yo", finalizó.
