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El beso de los animadores del Festival del Huaso de Olmué ya forma parte de todo un rito tradicional. Sin embargo, no a todos parece gustarle.
Álex Hernández es toda una marca dentro de la industria de la televisión chilena. Entre sus muchas aventuras fue el director y creador de dos de los tres programas juveniles más exitosos de los últimos 25 años en nuestro país, Mekano y Yingo.
Su capacidad también lo convirtió por varias ediciones en el director general del Festival de Viña, cargo que por estos días lo sacó al pizarrón producto de un polémico reportaje.
Ocurre que al conocido director de los lentes gruesos lo criticaron en el sitio web Interferencia, donde a través de una nota sin fuentes hablando le achacan malos tratos, irregularidades y exigencias casi de artista.
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Lo acusan de pedir una cámara hiperbárica en su paso por el evento musical más importante de nuestro país.
"La cámara era para todos los funcionarios"
En conversación con radio Biobío, el director de TV explicó que "la famosa cámara hiperbárica fue un recurso que se consiguió un año por canje con una empresa.
Insistió en que "cualquier funcionario que estuviera vinculado con el Festival la pudo usar en caso de lesiones o en caso de cualquier inconveniente físico”.
Al respecto, el hombre tras la llegada del axé a Chile detalló que dicha cámara nunca estuvo en su habitación, pues simplemente no cabía ahí.
Y qiempre estuvo a disposición de todos los funcionarios en un salón del primer piso del Hotel Gala en la Ciudad Jardín. "Es ridículo que yo haya pedido eso como exigencia mía", dijo.
Aclarado eso, Hernández apuntó a los rumores de malos tratos que le colgó la nota periodística: "Es una maquinación de una persona que ya no está en TVN, que generó unas quejas con respecto a mí. Yo pedí que esto se tratara con los ejecutivos y todas las personas que fueron al Festival el año 2019, confirmaron que yo jamás he maltratado a ninguna persona”, explicó.
"Es gente cobarde y sin talento"
Luego apunto a las fuentes en off que le dieron cuerpo al reportaje. “En esa reunión hubo tres o cuatro personas que no fueron y que coinciden también con las personas que inventaron toda esta maraña de mentiras (...) están vinculadas con una parte del equipo de Viña que lo único que querían era que yo me fuera, porque me veían como un peligro dentro de esa organización”.
Y no paró ahí, porque el director se dio tiempo para barrer con los denunciantes. "Es gente muy cobarde, gente sin talento, gente que actúa desde el odio, el resentimiento. Ellos han hecho harto daño, han inventado harta cosa de harta gente, no solamente de mí”, remató.
