¿Se fuga, se va preso o se mata? Esta es la última carta del "Chico" Olmedo en Generación 98
Van a explotar de una manera bastante terrible, adelantó el guionista Pablo Illanes.
Hoy arranca la segunda temporada de “Socios por el mundo”, la nueva aventura que emprenderán Pancho Saavedra y Jorge Zabaleta fuera de Chile y que los llevará a visitar India, Tailandia, Japón y Uganda.
En este primer episodio, los “Socios” llegarán a Bombay y Varanasi, la capital espiritual de la India y donde conocerán el río más importante de este país, el Ganges.
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La reconocida dupla abrirá este nuevo ciclo con divertidos sucesos, como, por ejemplo, Saavedra no viajará con dos maletas, sino que esta vez lo hará con tres maletas; dos para su ropa y una tercera vacía para llevar lo que comprará en cada país.
Choque cultural para Pancho Saavedra
Por otro lado, se podrá ver a Zabaleta explicándole a su amigo que la India es una cultura muy distinta a la occidental. Además, el actor de “Machos” recordará que conoció este país 21 años atrás en compañía de su hermana, en un momento especial de su vida.
Es así como, desde Bombay los amigos se dirigirán en tren a Varanasi, donde vivirán experiencias especiales en un viaje que durará casi un día. Antes de llegar a este lugar, Jorge le advertirá a su compañero de ruta que en esta urbe vivirá un “choque cultural muy fuerte, pues es una ciudad muy dura para la sociedad occidental”.
En la más sagrada de las siete ciudades espirituales de esta nación, los conductores de “Socios por el mundo” experimentarán singulares y entretenidas aventuras donde la risa será la protagonista.
Sin embargo, también será en esta ciudad donde Jorge y Pancho descubrirán una nueva forma de mirar el mundo, viviendo momentos conmovedores alrededor del río Ganges, el más sagrado de la India y, al mismo tiempo, el más contaminado del mundo.
Por ser este río un lugar sagrado, es aquí donde se encuentran los crematorios de la India, donde sólo los hombres van a cremar a sus seres queridos, pues las mujeres son muy sensibles para este acto.
Esto porque para los indios, la muerte es sinónimo de celebración, baile, música y danza; al contrario de lo que es para occidente: pérdida, tristeza y un profundo dolor.
