"No había ninguna fe en mí": Gigi Martin se confesó en "De tú a tú"

Este domingo en un nuevo capítulo de “De tú a tú”, Martín Cárcamo fue a visitar la casa del comediante Gigi Martin en la comuna de Peñaflor, para tener una extensa conversación con él.

Ya de entrada el conductor se sorprendió porque el comediante conserva el auto que ganó en “Vértigo” en 2014, y en su puerta tiene un letrero que dice “Los Martin”. Una vez adentro, Gigi le mostró sus lugares favoritos: una pieza llena de una colección de figuras de películas, además de una colección de vinilos de Raphael, su cantante favorito. “Todas las mañanas me levanto y escucho una canción de él”, contó.

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En tanto, en el subterráneo de su casa guarda la colección de recuerdos de su historia artística, incluyendo una pieza llena de sólo trofeos. Entre ellos, en un lugar de honor, el diente perdido de Raphael en el Festival de Viña de 2010, que consiguió de parte de quien lo recogió esa noche.

Tras mostrar la Gaviota obtenida en el Festival de 2014, el artista recordó que en esa ocasión, su primera vez como solista en la Quinta Vergara, nadie tenía fe de que le iba a ir bien, ni siquiera su familia, cuando les contó tras recibir el ofrecimiento.

“La Lucy me quedó mirando y me dijo: ’¿Te llamaron para el Festival de Viña? Me imagino que vas a decir que no. Si te va mal, imagínate, yo tengo que ir a trabajar, la gente qué me va a decir’. Y mi hijo Cristian que estaba más allá me decía ‘Papá, no vayas a ir al Festival de Viña’. No había ninguna fe en mí”, rió, recordando que al día siguiente de aceptar se encontró con una señora en el supermercado que le dijo que iba a hacer una cadena de oración por él.

“Uno con esta decisión arrastra a la familia toda. Yo he conocido a colegas que les ha ido mal en Viña y los hijos se han agarrado a combos en el colegio. Es una responsabilidad muy grande”, señaló.

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Su humilde origen

Ya sentados, Nelson Martin -su verdadero nombre- le contó a Martín que su apellido es de origen francés, pero que nació de una familia muy humilde, con un padre obrero. “Mi papá era un tipo muy conservador, yo le vine a conocer la voz a los 30 años recién porque hablaba muy poco, era un tipo muy introvertido, correcto y retón, retaba por cualquier cosa”, recordó.

La mayor constante en su infancia fue la pobreza, según narró. “Éramos como nómades, pasábamos cambiándonos de casa, de barrio. Vivimos en San Miguel, después en Santa Elena, San Bernardo. Fue una infancia de mucha carencia”, dijo, recordando que en una época incluso vivieron en un galpón sin techo que les prestaron.

“Veíamos las estrellas, era como un hotel de 20 mil estrellas. Mi mamá nos tapaba con abrigos, con la misma ropa. Era una gran pobreza”, indicó.

Martín le mostró al humorista un video de su papá Eduardo mandándole un mensaje. “Le deseo que le vaya muy bien y viva eternamente como estoy viviendo yo, que me falta una chaucha para los 100”, dijo el hombre, ahora de 93 años.

También sus hermanos, Óscar y Pablo, le mandaron saludos. Eso hizo que Gigi recordara uno de los momentos más duros de su vida, que fue la pérdida de su hermano mayor, Quintin.

“Yo con Quintin era muy yunta porque jugábamos fútbol. Cuando falleció me quedé cojo, me quedé sin un pie”, señaló, y recordó que su fallecimiento se dio cuando estaban muy distanciados debido a que Quintin trabajaba con Mauricio Flores en Morandé con Compañía, y a veces hacían chistes que referenciaban a Gigi, en ese entonces enemistado con Flores.

“Yo dije ‘Mi hermano murió para mí, ya no existe’. Y a los dos o tres meses mi hermano murió”, reveló el comediante.

Tras enterarse de su muerte por un paro cardiorrespiratorio, Gigi sintió una gran culpa por haber renegado de su hermano: “No se lo doy a nadie. Es como que no está pasando, que es mentira. Es muy difícil sacarse esa culpa. Aún me da vuelta”.

Asimismo, la tragedia le permitió reencontrarse con Flores en el velorio. “De repente miro para el lado y estaba Mauricio. Hace mucho tiempo que no nos veíamos, y nos encontramos a los pies del lecho de mi hermano muerto. Nos abrazamos, yo lloraba desconsoladamente”, reveló.

[caption id="attachment_34589" align="aligncenter" width="1200"] Gigi Martin en "De tú a tú"[/caption]

Amistad con Mauricio Flores

De ahí la conversación saltó al siguiente gran hito de su carrera, cuando a mediados de los años 90 Gigi participaba en el programa de Chilevisión “Chipe Libre”, conducido por Cristián Velasco, donde conoció a Mauricio Flores.

“Él hacía el personaje de Melame solo afuera, y el productor del programa me ofreció hacer el papel del ventrílocuo. Yo no quería porque siempre quería ser solista, no dúo”, reveló Gigi, agregando que crearon a Melón y Melame usando disfraces descartados en el canal. “Las ropas que usamos eran del Tío Memo, de ‘Los Bochincheros’”, contó.

Según reveló, las diferencias de carácter de ambos comediantes se notaron muy pronto, pues ya a los dos meses tuvieron su primera discusión porque, según Flores, Gigi no hacía nada en la dupla y sólo movía la boca. “Pero lógico, si yo soy el ventrílocuo”, respondió él: “Yo cumplía mi rol de bandejero”.

De Chilevisión saltaron a los estelares de Mega, y de ahí, en 1998, debutaron en el Festival de Viña, donde el dúo de Melón y Melame obtuvo un peak histórico de 62 puntos de rating.

“Te cambia la vida”, dijo Gigi sobre el repentino fenómeno que significó la dupla. “Nunca pude darme cuenta del éxito en realidad. Yo no sabía lo que ganábamos, nunca supe lo que gané. Yo soy una persona sencilla y para mí hacer humor es como comer pan, es algo fácil hacer reír”, explicó.

Fue en ese entonces cuando el exceso de fama causó problemas en la vida familiar de Gigi, que tuvo una crisis matrimonial. “Obviamente las giras y las presentaciones, estar tanto fuera de la casa te afecta, hay un cambio fuerte ahí. Además hay más interés de la gente, de las mujeres, empieza el ego (...) Yo admiro de la Lucía que en ese momento de crisis que tuvimos en nuestro matrimonio ella terminó de estudiar y se recibió de educadora de párvulos, eso fue una gran lección que me dio a mí y a todos”, reveló el comediante.

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La actriz dedicó un emotivo mensaje a quien por años es su compañero de labores en el mundo del teatro y la televisión. Actualmente ambos protagonizan la película "Consuegros".

La separación

Sin embargo, Melón y Melame duraron poco como dupla, pues se separaron en 2001 tras una gira a Norteamérica. “Fuimos a Nueva York, Canadá y Miami, hicimos una gira, fuimos a ‘Sábado Gigante’ en Miami, al Palace en Nueva York, pero ahí ya estábamos enojados. Es que con Mauricio somos muy distintos”, contó Gigi sobre su compañero.

Tras 17 años separados, finalmente en 2018 en el programa de Canal 13 “Qué dice el público”, conducido por Martín Cárcamo, ambos comediantes se reunieron y se reconciliaron.

“Ese momento fue especial, nos dimos un abrazo y dijimos que hay que ponerle para adelante porque la gente quiere vernos. Y todos nos decían eso (...) Como estuve enojado con mi hermano y pasó lo que pasó, prometí nunca más enojarme con nadie más, menos con un familiar”, señaló Gigi.

Martín le mostró a Gigi un video con un saludo de Mauricio Flores, donde el intérprete de Tony Esbelt se mostró feliz por haberse reencontrado con su amigo. “Hoy en día hemos recuperado nuestra amistad y estoy feliz por eso. Siempre te he dicho cuánto te quiero y hoy lo quiero decir públicamente. Trabajando juntos nuevamente hemos vivido la magia de los personajes, pareciera que no hubiera pasado el tiempo”, dijo.

“Yo creo que si no hubiera sido por él no tendría lo que tengo, él fue parte de ese éxito y olvidarse de eso sería ser muy malagradecido”, respondió Gigi: “La clave está en el amor, en el cariño de amigos. Yo tenía mucha rabia con él pero después te das cuenta de que en esa rabia hay un dejo de cariño y amor. Yo lo quiero mucho a él, estamos hechos el uno para el otro a la hora de actuar como dúo, la complicidad de estar una hora y media de show actuando sin ensayar”.

Para terminar el programa, Gigi fue acompañado por sus hijos, Alejandro y Christian, y sus nietas. Martín le regaló al comediante un camión de madera, simbolizando el juguete que en su infancia hubiera querido tener pero no tuvo por falta de recursos.