Muchos hinchas de Colo Colo estaban entusiasmados con la llegada de Diego Rubio al equipo que lo vio nacer, y que lo vio comenzar una carrera internacional que lo llevó a jugar en España o Estados Unidos.
Durante las últimas semanas se había especulado que las conversaciones entre el Cacique y el goleador estaban bien encaminadas, y que por lo tanto, el heredero de Hugo Rubio se convertiría en refuerzo albo.
Todo iba bien...
Las negociaciones iban viento en popa hasta hace unas semanas. Tanto así, que muchos medios dieron por hecho incluso a fines de diciembre que el ex Colorado Rapids sellaría su retorno al Estadio Monumental.
De hecho, la dirigencia del cuadro albo le puso el nombre sobre la mesa a Jorge Almirón, director técnico de Colo Colo. El trasandino le dio el visto bueno, y solo faltaba la firma para cerrar el fichaje.
No obstante, el escenario cambió cuando el adiestrador argentino comenzó a dirigir la pretemporada en Uruguay, y concretamente, a notar de cerca el rendimiento de sus pupilos en los partidos amistosos de verano.
No hay cabida
Según información de En Cancha, Almirón habría decidido quedarse con los tres centrodelanteros que posee actualmente posee el "popular": Damián Pizarro, Leandro Benegas, y Darío Lezcano. Además, las negociaciones entre las partes se dilataron durante los últimos días.
Pero hay un detalle que no queda exento a la hora de analizar la decisión del argentino: el joven goleador albo partirá durante los próximos meses al Udinese de Italia, por lo que Colo Colo quedaría solo con dos jugadores en dicho puesto.
En ese sentido, y según el ya consignado medio, Almirón ya comunicó a la directiva que existen otras prioridades a la hora de reforzar ciertos puestos.