Eugenio Mena sufrió una las lesiones más duras de su carrera al fracturarse la tibia en un partido con la Universidad Católica en agosto pasado, cuando los cruzados enfrentaron a Ñublense por el Campeonato Nacional.
Debido a la gravedad de la lesión, y a sus 35 años, las posibilidades de una recuperación exitosa se tornan un poco más complejas, pero su fuerza de voluntad lo tienen enfocado para el regreso a las canchas.
No ha vuelto a mirar su lesión
En diálogo con Mega, el Chueco contó detalles de lo que vivió en esa jornada ante los Diablos Rojos. «Vi cómo había sido la jugada al llegar a la clínica y no lo podía creer. Después, no la he vuelto a mirar, no me da», afirmó Eugenio Mena.
Las cosas duras continuaron, pues el propio Mena admite que ver entrenar a sus compañeros y no poder estar a la par es algo que muchas veces lo deprime.
«Ha sido muy difícil, era muy complejo para la cabeza, porque me gusta el día a día, estar con ellos. Por momentos los miro entrenar y decaigo un poco, pero a la vez me da fuerzas para estar pronto. ¿Plazos? Empezar el año con mis compañeros es lo que me propuse», declaró el ex Racing.
Colgar los botines
La situación fue particularmente dura para Eugenio Mena, pues la idea de retirarse de la actividad profesional rondó por su cabeza. «Por supuesto, luego de una lesión así, dejar el fútbol es algo de seguro se viene a la mente. Se te pasa por la cabeza, pero es pasajero, tengo la fe que me voy a recuperar bien», confesó.