Más comunicación, menos conexión en la pre adolescencia y la adolescencia
Viviana Tartakowsky, directora de la Escuela de Psicología U. Bernardo OHiggins (UBO)
Viviana Tartakowsky, directora de la Escuela de Psicología U. Bernardo OHiggins (UBO)
En las últimas semanas hemos sido testigos del revuelo de la población al aparecer la investigación de Thiagarajan, Newson & Newson, 2025, el cual, con una muestra muy significativa, sigue dando cuenta de los múltiples daños en diversas dimensiones del uso precoz de smartphone en niños, niñas y adolescentes, tales como, merma en su autoestima, el incremento de pensamientos suicidas, incremento de la agresividad e incluso distorsiones en la realidad. Se sugiere entonces que no es saludable para la salud mental de un niño, niña o adolescente, recibir este aparato antes de los 13 años y que se deben priorizar las vinculaciones de modo presencial, entre otras acciones relevantes.
Sabemos que, en Chile, aún no existen regulaciones a nivel global y que, si bien hay recomendaciones desde el Ministerio de Educación, cada colegio termina "navegando en estas aguas" lo mejor que puede, sin programas de alfabetización digital. Las familias tampoco muchas veces se informan, o si lo hace, prefieren seguir "ciegas, sordos, mudas", no sólo por comodidad, muchas veces, sino porque el ritmo laboral no permite acompañar a los hijo/as de forma presencial, como se quisiera y el celular terminando siendo la "niñera digital" (o el "chupete digital", para los más pequeño/as, como hablamos en la columna anterior) para que éste lo acompañe.
El uso de dispositivos sin ninguna regulación ni control educativo y edad tan precoz, sólo produce daños.
Es indudable que es complejo ser madre, padre o cuidador principal en un Chile en que ya a los 9 años ya cuenta con un smartphone (CEPPE UC, 2022), edad muchísimo más precoz que la recomendada por la literatura. En la pre adolescencia y la adolescencia misma, nuestro/as hijo/as van construyendo su identidad, muchas veces se enojan con nosotros, sus cuidadores principales, al ponerle limites y nos llevan la contra... este trabajo es mucho más difícil si se hace en soledad, si no los hacemos con su otro progenitor y otros adultos significativos, o sin la mano del establecimiento educativo en cual estamos insertos, como apoderado/as.
Por ello, es urgente que hablemos acerca de los riesgos y beneficios de la tecnología, desde la temprana infancia con nuestros niño/as, de tal forma que, en la adolescencia, estas conversaciones ya estén construidas y las confianzas, instalas. Esto va permitir que, como señala una investigación de Waltsy (2019), seamos los primero/as en enterarnos si hay un problema en la vida digital de nuestros hijo/as, ya sea porque le compramos un smartphone o uno de sus amigo/as ya cuenta con uno y vio contenidos inapropiados o empezó a hablar con desconocidos.
Si ya le compramos un smartphone a nuestro hijo/a antes de los 13 años, nuestro deber es informarnos, así como probablemente usted se asesoró cuando compró un auto, se cambió a Fonasa o de trabajo ¿Por qué no tener las mismas precauciones que tenemos con otros insumos con los teléfonos que les damos precozmente a nuestro/as hijos?
Este trabajo es urgente, necesario y continuo. Hoy es Tik Tok, mañana será Tuk Tik; ayer fue bacán, luego XD y ahora aestetic. El lenguaje, los gustos, las aplicaciones que hoy existen cambian semana a semana, mes a mes y si queremos ser padres, madres o cuidadores principales, es urgente que destinemos tiempo a estas materias. El llamado es a no dejar solos y solas a nuestros pre adolescentes y/o adolescentes en el mundo virtual; nuestra compañía y un vínculo basado en la confianza es más relevante que nunca.
Viviana Tartakowsky, directora de la Escuela de Psicología U. Bernardo OHiggins (UBO)
En el año 2000, cuando instauré el concepto de parrilla flexible en la televisión chilena, muchos me miraron con escepticismo.