• 19 ABR DE 2024

¿Cómo regulo la relación de mis hijo/as con la tecnología si estoy separado/a?

mediación |

Como ya sabemos todas y todos los profesionales que trabajan con familias, ya en el último Censo, aparecía que casi un 30% de los hogares eran monoparentales en Chile, que disminuyeron las familias biparentales y se incrementó la jefatura de hogar femenino (Ministerio de Desarrollo Social 2020), entonces cada vez es más frecuente la situación de que los niños y niñas estén cargo de un padre, madre o cuidadore principal sin convivir con el otro y, si es afortunado, que se efectué una coparentalidad, vale decir que las labores de cuidado y crianza de los niño/as se compartan de forma equitativa.

Sé que es muy complejo separar lo conyugal (o “parejal”, ya que han disminuido drásticamente también los porcentajes de matrimonios) de lo parental, ya que las separaciones nunca son por razones sencillas, la mayoría de ellas dicen relación con infidelidades, problemas en el relacionamiento, temáticas sexuales, etc... o todas las anteriores. En este escenario, si resulta complejo ponerse de acuerdo incluso si ambos progenitores viven bajo un mismo techo, resulta muy difícil lograr acuerdos de crianza (por ejemplo: horarios de dormirse, comidas, estudio, etc.) si se vive en casas diferentes. ¡Imagínense entonces lo difícil que resulta concordar en la relación que nuestro/as niño/as a nuestro cargo tienen con la tecnología!

Dado lo anterior, van algunas sugerencias, si usted se encuentra en esta situación:


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  1. Lo primero es que, si usted si quiere ser un mediador parental digital activo, baje sus expectativas en relación a la otra parte. Ojalá logre acuerdos, pero como cada persona es diferente y prioriza aspectos distintos de su vida, no llegue a pensar que logrará los mismos hábitos en un hogar que otro. Tampoco sienta que, si usted lo hace y el otro progenitor no, esto no sirve de nada; ya que el niño o niña observa y va sacando conclusiones. Poner límites es un acto de educación y finalmente de amor.
  2. Lo segundo es que informe al otro progenitor (si éste tiene régimen comunicacional, ya que lamentablemente hay muchos que ni siquiera pagan la pensión de alimentos y menos aún tienen un interés en contacto directo y regular con ello/as), acerca de los riesgos de un uso indiscriminado de la tecnología sin ningún acompañamiento adulto. Todas las notas anteriores les puede aportar para ello.
  3. En tercer lugar, trate de que cuando se hable de horarios, comidas, etc. se incluya esto dentro de los hábitos a seguir. La relación de nuestros niño/as a cargo con la tecnología, es un tema tan relevante como los hábitos de sueño. No puede no conversarse y tener al menos algunos hábitos comunes en los hogares en los que el niño/a habita. Si su niño/a es cuidado durante el día por otras personas también es relevante conversar con ello/as acerca de esto.
  4. No olvidar que nuestro/as niño/as son un ejemplo de lo que le mostramos los adultos, entonces que más allá de nuestras palabras, nuestras acciones son lo más importante. Por ejemplo: cenar si mi celular en la mano.

¡Por una infancia más feliz y saludable!