Disruptivas, modernas, integradoras, efectivas en cuanto a costos, rápidas de implementar y poner en práctica. Estas son algunas de las características que poseen las nuevas soluciones de Inteligencia Artificial, mercado que según las proyecciones podría alcanzar los 98.000 millones de dólares en 2023 y superar los 169.000 millones en 2025.
Lo primero que debemos entender es que la Inteligencia Artificial dejó de ser algo abstracto. Muchas de ellas ya las estamos utilizando en nuestra vida cotidiana sin ser conscientes de ello. Ejemplos hay muchos: la app Waze entrega las mejores rutas para conducir gracias a la IA y el uso de los datos colaborativos de miles de usuarios; plataformas como Netflix o UberEats nos entregan recomendaciones basadas en nuestras elecciones previas. Las redes sociales analizan y organizan datos de usuarios de todo el mundo para identificar las últimas tendencias, hashtags y preferencias. En la industria turística, la IA organiza y sugiere hoteles, vuelos y destinos a los clientes de acuerdo a sus tiempos y prioridades. Sin ir más lejos, para el manejo de la pandemia fue fundamental el aporte de la IA para detectar ‘zonas calientes’ o con mayor riesgo gracias a la concentración del virus.
Para entender mejor su potencial en las empresas, repasemos en detalle cada una de sus cualidades.
Las soluciones de IA son disruptivas y modernas porque rompen con el modelo establecido y gracias a la automatización, permiten hacer más con menos. Vivimos en un mundo tecnologizado que cada día produce enormes cantidades de información, es imposible que podamos gestionar toda esa data. Aquí es donde entra la tecnología, que puede analizar ese input de manera más rápida y eficiente, para luego entregar respuestas efectivas a los problemas que tienen las personas en diferentes áreas.
Son integradoras, porque no buscan reemplazar a los humanos, pero sí a la parte robótica y repetitiva del trabajo que están realizando actualmente los humanos. Tampoco la IA va a manejarse sola, requerirá de una gran demanda de profesionales que entiendan cómo aplicar la tecnología caso a caso y aprovecharla al máximo. Por eso la capacitación profesional es clave, porque así las personas podrán actualizar su conocimiento en base a las nuevas tendencias, promover el talento y la especialización.
En cuanto a la relación de costo y efectividad, las nuevas soluciones de IA tienen el potencial de transformar la economía mundial y aportar cambios significativos a la industria. Rompamos con el mito de que la Inteligencia Artificial es costosa y muy difícil de implementar en mi empresa. Una vez en funcionamiento, los nuevos sistemas optimizan los procesos empresariales y aumentan la productividad de los empleados, porque ahora pueden enfocarse en lo realmente importante. A la larga, esto disminuye errores y costos, además de mejorar el clima laboral y la gestión de la compañía. Una investigación realizada por IBM en 2021 reveló que el 39% de las empresas chilenas están explorando la adopción de IA y casi la mitad de los profesionales IT reconocen que la pandemia ha intensificado su enfoque en la atención al cliente (49%), así como también ha crecido el foco en otras áreas como seguridad (37%), automatización de procesos (36%) marketing y ventas (35%).
Otra de las características positivas de las tecnologías de Inteligencia Artificial es que son rápidas de implementar. Las empresas con dudas pueden solicitar un demo para comprobar en la práctica los beneficios de la IA en sus negocios. En un tiempo promedio de dos meses, las soluciones pueden ser configuradas e implementadas para entregar métricas y reportes que ayudarán a acelerar los procesos internos.
Y aunque la Inteligencia Artificial siga avanzando y nos sorprenda en unos años más con nuevos descubrimientos y aplicaciones, las personas siempre serán necesarias, porque una cosa es tener la métrica disponible, pero el paso final es tomar decisiones empáticas que nos ayuden a entregar un mejor servicio a usuarios y consumidores.