Preocupación existe en el Vaticano, luego que se encendieran las alarmas por el complicado estado de salud por el que atraviesa el Papa Francisco, de 88 años.
El pontífice se encuentra hospitalizado en estado grave en el Hospital Gemelli de Roma, hasta donde ingresó a causa de una complicada neumonía que con el correr de las horas conllevó a una bronquitis asmática.
Y en medio de este panorama el cuerpo de la Guardia Suiza ha comenzado a ensayar su funeral, según el periódico suizo Blick.
Un portavoz de la Guardia Suiza indicó al medio que siguen "trabajando con normalidad" e incluso aclararon que las operaciones continuarán sin modificaciones, al menos por ahora.
Preocupación extrema
El pontífice, quien anteriormente reveló que ya había preparado su tumba, ha mostrado signos de debilidad ante la enfermedad. Fuentes cercanas al pontífice afirman que les dijo que "podría no lograrlo esta vez".
Por ahora el Vaticano ha informado que el Papa no presenta fiebre, aunque los especialistas advierten que esto no es necesariamente un buen signo. El doctor Carmelo D'Asero, experto en enfermedades infecciosas, explicó que la fiebre suele ser una respuesta del sistema inmunológico ante una infección, y su ausencia podría indicar una respuesta inmune debilitada.
"Las condiciones clínicas del Santo Padre se presentan estables. Los análisis de sangre, evaluados por el personal médico, muestran una ligera mejoría, especialmente en los índices inflamatorios", se indica en el último parte médico.