Cuatro acusados de participar del tiroteo del pasado viernes 22 de marzo que fueron llevados al Tribunal se presentaron con heridas.
Esta noticia puede contener imágenes sensibles y descripción de violencia, proceder con discreción.
La sala de conciertos Crocus City Hall, fue el escenario para un tiroteo en el que hasta ahora, se calcula provocó la muerte de más de 130 personas.
Los primeros imputados llegaron al Tribunal Basmanny de Moscú el domingo 24 de marzo, todos serían ciudadanos originarios de Tayikistán, país en Asía Central.
Dalerdzhon Mirzoyev (32 años), Saidakrami Rachabalizoda (30 años), Shamsidin Fariduni (25 años) y Muhammadsobir Fayzov (19 años).
Según los informes, los cuatro hombres fueron declarados culpables de cargos de terrorismo y quedaron bajo prisión preventiva hasta el 22 de mayo, arriesgan la pena máxima lo que podría dejarlos con cadena perpetua.
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Sin embargo, este caso ha abierto el debate de retomar la pena de muerte en Rusia.
Los cuatro hombres llegaron a la corte con heridas y sus rostros deformados, además los videos de los acusados siendo agredidos por los agentes de seguridad rusos no tardaron en surgir en Telegram.
Desde la vocería del Kremlin se negaron a responder las preguntas de CNN sobre una posible tortura hacía los imputados, "dejo esta pregunta sin respuesta", dijo Dmitry Peskov, vocero de presidencia.
Dentro de la cantidad de videos rondando en internet, del que más se comenta es uno que involucra a Saidakrami Rachabalizoda, según información de medios rusos, los servicios de seguridad le cortaron un trozo de oreja y lo obligaron a comérsela.
Según el medio ruso independiente Meduza, el video muestra como un agente sujeta al sospechoso en el suelo mientras tiene las manos vendadas, luego le colocan el cuchillo en la oreja derecha y le cortan una parte, "Luego, el agente de seguridad intenta varias veces introducir el trozo de oreja cortado en la boca del detenido y luego lo golpea en la cara", relatan.
También hay videos en los que se le ve caminar con sangre cubriendo el sector de su oreja donde aparentemente lo habrían cortado.
Si bien los cuatro sospechosos llegaron en malas condiciones, el joven de 19 años, Muhammadsobir Fayzov llegó a la corte inconsciente, en una silla de ruedas y en ropa de hospital, directo desde la UCI.
Según la información que dan los servicios de seguridad, fue herido "durante su persecución" por la policía.
Mientras, Fariduni, fue victima de un proceso de interrogación en el que le contactaron electricidad en sus genitales, además, por su rostro, se puede ver que recibió algún tipo de golpiza.
El cuarto acusado, Dalerdzhon Mirzoyev, fue arrastrado por personal de seguridad desde un vehículo de trasporte hasta el centro judicial, se le vio llegar al tribunal con una expresión perdida y sin comprender mucho de su entorno.
Footage of Dalerzhon Mirzoev inside the Basmanny Court in Moscow who is being charged with terror over the recent attack on Crocus City Hall pic.twitter.com/Ani59D7KFc
— Insider News (@InsiderNewsKe) March 24, 2024
A pesar de que Mirzoyev y Rachabalizoda admitieron su participación en el tiroteo, el estado en el que se presentaron los hombres despertó dudas sobre hasta qué punto estaban hablando sin presiones externas.
Además del grupo de cuatro que se presentó malherido, los tribunales rusos presentaron más detenidos, que también quedaron en prisión preventiva.
Los Islomov, un padre y sus dos hijos fueron capturados en relación con el ataque terrorista, pero este grupo de detenidos no llegó con señales de daños físicos.
El padre: Israel Islamov y sus dos hijos, Aminchan Islamov y Dilovar Islamov fueron relacionados con el caso mediante el Renault que los atacantes dejaron atrás después del tiroteo.
El cual habría pertenecido a Dilovar, de 23 años, quien alegó que había vendido el auto al hermano de su esposa, según lo que recoge el medio ruso RIA Novosti, pero el seguro se mantenía a su nombre.
Los acusados alegan su inocencia: "Nos entregamos nosotros mismos cuando reconocimos el vehículo", agrega Dilovar.
Según Meduza, otro efecto que ha tenido el tiroteo, es un aumento en la xenofobia en Rusia. Las fuerzas del orden han intensificado los controles hacia personas con "apariencia oriental" y los ciudadanos se niegan a utilizar servicios de taxis que sean manejados por ciudadanos de Tayikistán.
Además, la barbería donde trabajó el menor de los imputados, ha recibido amenazas en masa.
