Una situación que no había ocurrido antes en la historia del sistema federal de prisiones, creado en 2006. Dos reclusos miembros del Comando Vermelh, grupo criminal con importante presencia en Brasil, escaparon de las instalaciones de una cárcel de máxima seguridad.
Desde que se inicio la búsqueda el miércoles pasado, más de 300 policías se han sumado a la captura de los dos individuos identificados como: Rogério "Tatu" da Silva Mendonça, de 36 años y de Deibson "Deisinho" Cabral Nascimento, 34 años.
Ambos presos habían sido recientemente trasladados después de liderar un motín en una cárcel de Acre, la que dejó cinco reos muertos, tres de ellos decapitados.
Esta fuga se presenta a solo 15 días desde que el nuevo ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Lewandowski asumiera el puesto. Deberá asumir esta crisis del sistema de los establecimientos de seguridad máxima.
A raíz de este escape, el ministro ha sugerido amurallas las cárceles.
Se cree que los presos se encuentran en algún lugar de la región boscosa del norte de Brasil. La policía mantiene un operativo que rodea el penal de Mossoró, lugar desde donde escaparon, por 15 kilómetros.
La gobernadora de Río Grande do Norte, Fátima Bezerra, ha puesto en marcha una operación que incluye la participación de patrullas, helicóptero sobre la zona y la advertencia a los vecinos de la zona.
Los reclusos huyeron a pie y no se sospecha de ningún robo de vehículo en la zona. Sin embargo, existe la denuncia de una familia que vive en la cercanía y que fue rehén de los convictos el viernes, dicen que al escapar, después de comer, se llevaron dos teléfonos.
¿Cómo se escaparon?
Una teoría que cobra fuerza por los investigadores, es que los reclusos aprovecharon que se está construyendo en el patio, lo que los ayudó a escabullirse, según se conjetura, hicieron un hueco en el techo de su celda y cortaron la reja.
El reciente asumido ministro Lewandowski catalogó la fuga como "grave" y agregó que "Ocurrió en una serie de coincidencias negativas, circunstancias fortuitas que, lamentablemente, facilitaron la fuga".
Mientras que el secretario nacional de política penitenciaria, André García especuló sobre los motivos de la fuga, "si los protocolos de seguridad se hubieran respetado, no habría posibilidad de que se produjera una fuga".
Mientras que desde el ministerio no quieren especular: "No descartamos ninguna de las posibilidades: relajación (de los guardias), facilitación (de la fuga por parte de los guardias) o lo que indique la investigación. No puedo decir nada más".
El ministro, sin embargo, ordenó el cese inmediato de sus funciones a los miembros de la dirección del penal de Mossoró, además ordenó la suspensión de las visitas y las salidas al patio en el recinto carcelario.