Fallece Daniel Fernández, uno de los sobrevivientes del accidente aéreo en los Andes
Sus últimas apariciones fueron durante las actividades por La Sociedad de La Nieve
Para la monarca el breack de media tarde era un verdadero ritual, A las 15:30 horas detenía sus actividades, y se sentaba por una hora y media en uno de los salones en Buckingham.
La hora del té fue una de las tradiciones más respetadas por la fallecida Reina Isabel II. Sagradamente a las 15:30 horas y hasta las 17:00, la monarca se sentaba en uno de los salones del Palacio de Buckingham, y disfrutaba de su merecido breack.
¿En qué consistía su merienda? Sándwiches, bollos y pastelería pequeña. Todo preparado por el chef de la Casa Real británica, Darren McGrady, quien trabajó junto a la realeza por más de 15 años.
Sobre el sándwich más consumido por la Reina Isabel, según reveló The Mirror, era un pan cortado en círculos con mermelada de fresa casera, idealmente hecha en el Castillo de Balmoral con las fresas escocesas de los jardines. Todo en una base de mantequilla.
Los honores a la monarca durarán 9 días, y a su responso se espera que lleguen 500 mil personas en distintas procesiones. La ceremonia está planificada hace 20 años.
Otro alternativa que le gusta mucho, era comer pan con atún y mayonesa, untando el pan con mantequilla, o bien huevo y mayonesa o de salmón ahumado y sin cortezas.
La hora del té de la Reina Isabel II también incluía una gran variedad de dulces: bizcocho de chocolate, bizcocho de miel y crema, jengibre y fruta, así como bollos y, sorprendentemente, galletas Rich Tea.
Una alternativa que también manejaba el chef en Buckingham era la de preparar huevos revueltos con salmón ahumado y una ralladura de trufa, el lenguado de Dover a la parrilla con espinacas marchitas o calabacines y el asado para comer.
Sus últimas apariciones fueron durante las actividades por La Sociedad de La Nieve
El religioso estadounidense vivió más de diez años en Perú, donde lideró la diócesis de Chiclayo y se naturalizó como peruano antes de ser llamado a Roma.
Robert Francis Prevost fue ungido como el sucesor de Francisco.