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Un equipo de investigadores de las universidades de Oxford y Suecia exploró si las preferencias olfativas de las personas están determinadas por la biología o si, en cambio, dependen del contexto cultural
Desde hace milenios, los perfumes han jugado un papel importante en las civilizaciones. En el antiguo Egipto, las fragancias eran esenciales no solo para la higiene y los rituales religiosos, sino también como símbolo de estatus entre las élites. Aceites y aromas eran utilizados tanto para embalsamar a los muertos como para honrar a las deidades.
Grecia y Roma también compartieron esta fascinación por los perfumes, integrándolos en su vida diaria y en ceremonias religiosas. En China, durante la dinastía Tang, las técnicas para extraer aromas a partir de flores, maderas y especias llevaron las fragancias a la corte y al pueblo. En otras palabras, a lo largo de la historia, el uso de estas sustancias ha estado profundamente arraigado a emociones y significados culturales.
UNA RESPUESTA CIENTÍFICA
Los seres humanos pueden identificar más de 10.000 olores, pero algunos destacan como especialmente agradables. En este contexto, el estudio liderado por las universidades de Oxford y Suecia reveló que la vainilla es, de forma casi universal, el olor más apreciado.
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Su popularidad se atribuye tanto a su calidez y suavidad como a su conexión con sensaciones de pureza. Los responsables del estudio explicaron que la estructura molecular del aroma influye significativamente en nuestra percepción olfativa. "Existe una percepción global de los olores que está impulsada por la composición molecular, lo que determina si algo nos agrada o no", señalaron los investigadores.
Amy Galper, experta en aromaterapia y autora de The Aromatherapy Companion (2022), destacó que la vainilla contiene una molécula que relaja el sistema nervioso, otorgándole propiedades calmantes. Más allá de su dulzura y sensualidad, este aroma ofrece un efecto tranquilizador, lo que podría explicar su aceptación universal.
LA IMPORTANCIA DE LA PIEL
La experiencia de usar un perfume es profundamente personal y subjetiva. Muchas personas se han preguntado por qué un mismo perfume puede oler de manera diferente en cada individuo. Este fenómeno se debe a una combinación de factores biológicos, ambientales y químicos que interactúan con las fragancias.
La razón principal por la que los perfumes huelen diferentes en cada persona radica en el pH de la piel. Cada individuo tiene un nivel de pH único que puede ser más ácido o más alcalino, lo que influye en cómo se perciben las notas aromáticas de un perfume. Por ejemplo, las pieles más ácidas tienden a intensificar ciertos aromas, mientras que las pieles alcalinas pueden suavizarlos. Además, factores como la temperatura corporal, la hidratación de la piel y la genética también juegan un papel crucial en esta variabilidad.
Los factores que influyen en el olor corporal son el pH de la piel, que puede realzar notas dulces o amaderadas según su nivel, el tipo de piel, donde las pieles grasas tienden a retener mejor los perfumes, haciendo que las notas altas sean más prominentes, y las pieles secas que pueden necesitar fragancias más fuertes para que el aroma perdure.
La dieta también juega un papel importante, lo que comemos puede afectar nuestro olor corporal, ya que los alimentos picantes o ricos en grasas pueden alterar cómo se percibe un perfume. Las hormonas son otro factor a considerar, las fluctuaciones hormonales pueden cambiar cómo un perfume reacciona con nuestra piel, afectando su aroma a lo largo del ciclo menstrual. Por último, el estilo de vida, incluyendo factores como el estrés y la actividad física, también puede influir en cómo se desarrolla un perfume en la piel.
¿HUELEN DIFERENTE?
Cuando aplicas un perfume Opium, por ejemplo, es posible que notes que no huele igual en tu piel como lo hace en el frasco o en otra persona. Esto se debe a la interacción entre el perfume y tu química corporal.
Otro ejemplo es Chanel N°5, una fragancia icónica con una mezcla compleja de notas florales y amaderadas. En una persona con piel seca, es probable que las notas florales sean menos pronunciadas y el aroma general sea más sutil. En contraste, una persona con piel grasa puede experimentar una proyección más intensa de las notas altas, haciendo que el perfume se sienta más vibrante y fresco.
Entonces sí, el perfume realmente huele diferente en cada persona debido a la combinación única de factores mencionados anteriormente. La forma en que los ingredientes del perfume interactúan con tu cuerpo crea una experiencia olfativa personalizada.
Otro ejemplo es Azzaro Wanted, que combina notas amaderadas con toques especiados. En una persona con un pH neutro o ligeramente ácido, este perfume puede ofrecer un equilibrio perfecto entre frescura y calidez. Sin embargo, si alguien tiene un pH muy ácido, podría notar un predominio excesivo de las notas especiadas, alterando su percepción original.
CONTEXTO CULTURAL
El contexto cultural también juega un papel importante en cómo se perciben las fragancias. En algunas culturas, ciertos aromas son considerados agradables o deseables mientras que otros pueden ser vistos como inapropiados. Esto puede influir en las elecciones personales al momento de seleccionar un perfume.
Por ejemplo, en muchas culturas occidentales, las fragancias florales son populares entre las mujeres debido a su asociación con la feminidad. En cambio, en culturas orientales, los perfumes intensos con notas especiadas son preferidos por su riqueza olfativa.
