• 05 MAY DE 2024

Práctica pionera en Chile para ayudar a superar la pérdida de una mascota tiene a animales como miembros de su equipo

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En estados de depresión, duelo y aislamiento social, las mascotas se convierten en un acompañamiento incondicional, aumentando la autoestima y el sentido de responsabilidad

En casi todos los países está claro que los animales ayudan a superar el duelo. Y esta premisa básica de convivencia con el mundo de las mascotas ahora toma forma en Chile con la primera Unidad de Contención Emocional que trabaja con animales. Se trata de proyecto que ha estado desarrollando durante los últimos meses la Funeraria Iván Martínez, en tres de sus sedes de la capital sumada a la de Viña del Mar.

La responsable de llevar a cabo este trabajo es Vanesa Marcano quien señala que «nuestros amigos de cuatro patas producen estados de ánimo que nos calman y nos producen felicidad». Y agrega que esta unidad está formada por un entrenador y keeper de dos perros  golden retriever, conejos mini lop y un gatito. Ellos ayudan a las familias a tranquilizar y canalizar de mejor forma el duelo.

Un estudio de la Universidad de California en San Francisco, publicado en American Journal of Hospice and Palliative Care, demuestra que convivir con animales domésticos (principalmente perros o gatos) baja la presión arterial, alivia los sentimientos de tristeza y pesimismo, también reduce el sentimiento de soledad y los niños que tienen mascotas, en general, gestionan mejor una  enfermedad grave o la muerte de algún familiar cercano.

¿Cómo opera le experiencia local?

Desde hace varios meses, en horarios determinados, las madrinas (responsables de las mascotas) hacen su ingreso a los velatorios. En forma inmediata se produce una comunicación con algún familiar o amigo presente. Un simple cariño a un animal contagia al resto y va alivianando el dolor y la tristeza. "Es casi inmediato y es hermoso presenciar esos momentos de tranquilidad", señala Vanesa Marcano.


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Los animales están a cargo de un entrenador, poseen pechera y collar de identificación. Ellos saben sentarse y permiten el cariño que le entrega un deudo respondiendo con acercamientos, ronroneos y otras muestras. Demandan atención para que la persona se centre en ellos y se evada de sus pensamientos. Cuando una persona está atravesando una etapa de duelo con frecuencia no siente el deseo de relacionarse.

Si mantiene un vínculo con una mascota, tiene un motivo para levantarse de la cama, quizá no tenga ganas de hacer nada, pero sabe que debe darle de comer o en el caso de los perros, por ejemplo, o sacarle a la calle, ayuda en el proceso.  Es frecuente también que encuentre facilidad para hablar de sus sentimientos a su mascota.

Julio Ramírez es el adiestrador de los animales. "Llevo con algunos de ellos cerca de ocho meses. Es una experiencia muy gratificante observar cuando los animales llegan a los velatorios y logran disminuir el dolor y tensión que se vive".

Refugio y Ayún son los conejos, mientras que los canes son Rocky y Marti. Negro es el gatito que se encuentra operando en la ciudad jardín. Ellos han recibido una preparación y lo primero que deben aprender es a responder al Sí y al No. A partir de ese momento vienen otras técnicas que, estos ejemplares actuales, han respondido positivamente. Por supuesto, están con todas sus vacunas, bien cuidados, limpios y alimentados.

En estados de depresión, duelo y aislamiento social, las mascotas se convierten en un acompañamiento incondicional, aumentando la autoestima y el sentido de responsabilidad, que necesariamente genera una mejor integración con la sociedad. Este es el objetivo de esta Unidad de la Funeraria, a partir de ahora, pionera en Chile.