Durante dos semanas Roberto Cox estuvo al pie del cañón en la ciudad de Besanzón, Francia, para seguir de cerca el juicio de Nicolás Zepeda, el chileno que fue condenado por la desaparición y asesinato de Narumi Kurosaki.
El periodista fue enviado por Chilevisión, y con el pasar de cada despacho fue bien evaluado por el público y sus colegas, debido a que no se perdió ningún detalle de lo ocurrido. Tras llegar a la anhelada sentencia del involucrado, el enviado especial cerró su cobertura con una importante reflexión.
“Llega a su fin una cobertura intensa y agotadora, pero nos vamos con la tranquilidad de haberlo dado todo. Hace más de un año le plantee a mis jefes la existencia de este juicio en Francia y la importancia que tenía para mi poder asistir. Finalmente, y tras golpear muchas puertas, logré convencerlos. ¡Valió la pena!”, partió expresando Roberto Cox.
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Recibió varias muestras de cariño
"Quiero recalcar y aplaudir el trabajo, compromiso y profesionalismo del camarógrafo @mauroarave2.0. ¡Te las mandaste amigo! Asimismo, quisiera agradecer ¡ENORMEMENTE! las infinitas muestras de cariño y apoyo recibidas en estos días", agregó.
Finalmente, Roberto Cox agradeció las muestras de cariño que ha recibido por redes sociales. Incluso aseguró que recordó sus tiempos de corresponsal.
“Les pido perdón por no responderlas todas. Son muchísimas pero créanme que las leo todas. No les niego que esta cobertura me reavivó toda la nostalgia por aquellos tiempos en los que trabajé como corresponsal. Sin duda es un rol que me gusta y apasiona”, comentó el periodista.
“Ahora pronto toca volver a Chile. No sé bien qué depara el destino pero aún quedan sorpresitas para contarles. Au revoir!”, sentenció Roberto Cox.