"Gracias por ser luz": El emotivo encuentro entre Arturo Vidal y Marité Matus que hizo estallar las redes
La expareja vivió un emotivo momento que no pasó desapercibido.
La cantante y figura de TV Kathy Orellana partió su mañana tranquilita repartiendo productos de su emprendimiento natural... y terminó viviendo una escena propia de teleserie: un motochorro le arrebató el celular de la mano —literalmente— en Matta con Vicuña Mackenna, uno de esos lugares donde siempre te dicen "oye, guarda el celu", pero uno se hace el valiente.
"Saqué el teléfono dos segundos y pasa una moto y me lo arranca, pero no me agarra el teléfono, me agarra la mano entera", nos contó en exclusiva a La Hora durante su participación en Chile Podcast. "Me arrastró un poco en la moto, yo logré soltarme de la pulsera del teléfono... ¡que ojo, le digo a todo el mundo que NO la compre, porque es más peligroso! Si no me la saco, me arrastran media cuadra".
El botín no era menor: un iPhone 17 nuevecito, comprado para la pega. "No es lujo ni farándula, es porque trabajamos creando contenido. Uno tiene todo ahí: tarjetas, billeteras digitales, claves... Fue un caos".
La advertencia de Kathy Orellana sobre suplantación de su identidad
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Y sí, el caos no quedó ahí: mientras Kathy corría a trabajar a la tele sin celular y con medio Santiago encima, desde su propio WhatsApp —robado— ya estaban estafando gente."El auspiciador que me trae las tablitas al programa me dice: ‘Kathy, me están pidiendo 60 lucas por WhatsApp’. ¡Y era desde mi número! Hicimos un programa en vivo mostrando la estafa", relató todavía impactada.
Hasta el cierre de esta entrevista, Kathy seguía sin recuperar su línea y saliendo volando a Rancagua a bloquear lo que quedara por bloquear. "Lo único que espero es que nadie haya caído. Lo material se recupera. Y lo que no van a lograr estos tipos es quitarme la tranquilidad, porque yo camino con Dios", disparó con esa calma tan suya.
El asalto fue entre 10 y 11 de la mañana, a plena luz del día, en un sector donde los vecinos ya tienen el mantra incorporado: "¡Guarde el celular, mijita!".
— Pero bueno —dice Kathy, con resignación—, "a una le tienen que pasar las cosas para aprender. Así somos los seres humanos... porfiados".
