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Actualmente, la pareja se encuentra sanando las heridas del pasado y dándose una nueva oportunidad en el amor.
La figura de Justin Bieber hoy se encuentra envuelta en una niebla de incertidumbre. La reciente edición del Festival de Coachella no solo fue escenario de luces y música: también se transformó en el epicentro de nuevos rumores que giran en torno al estado físico y emocional del cantante canadiense.
El artista, que no figuraba en la parrilla oficial, apareció brevemente durante el show de Tems, donde interpretó su parte del tema "Essence". Sin embargo, más que su participación musical, fue su apariencia lo que llamó la atención de miles de fanáticos.
Con un semblante pálido, movimientos erráticos y una actitud visiblemente distante, Justin Bieber artista pareció más un espectro de sí mismo que la superestrella que marcó a toda una generación.
La inquietud no surge de la nada. El canadiense ha compartido públicamente sus luchas con la ansiedad, la depresión y el síndrome de Ramsay Hunt, una afección que paralizó parte de su rostro en 2022.
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De igual manera, Justin Bieber ha reconocido problemas con el abuso de sustancias en el pasado, especialmente durante los años en que la fama lo devoraba desde todos los frentes.
Aunque en el último tiempo parecía haber encontrado cierta estabilidad, alejándose del foco mediático, fortaleciendo su fe religiosa y cultivando una vida más doméstica junto a su esposa Hailey Bieber, su reciente aparición reabrió viejas heridas.
Lo que inquieta es el silencio. Ni Justin Bieber ni su equipo han entregado declaraciones oficiales desde el festival. La ausencia de comunicados, sumada a imágenes que circulan sin contexto, ha hecho crecer aún más la bola de nieve.
Justin Bieber es nuestra nuevo Britney Spears: pic.twitter.com/bIzeAJSshI
— La Menta (@MentaeGuardia) April 21, 2025
