Era sólo pasar de un año a otro, 1999 a 2000, pero el cambio de milenio trajo grandes transformaciones en la entonces cada vez más importante elección para escoger a la Reina del Festival de Viña... y todo ocurrió en sólo 3 veranos.
Primero fue el notable triunfo de la cantante cubana Celia Cruz sobre Cecilia Bolocco el año 2000. Después, la inauguración de los piscinazos como alternativa de celebración por parte de la actriz uruguaya, Natalia Oreiro, el 2001. Y finalmente, el triunfo de la modelo María Eugenia "Kenita" Larraín, el 2003. La primera figura de la farándula en ganar "la gran tradición de Viña".
Fueron tiempos movidos, en que la elección de popularidad del Festival se consolidó como el contenido más esperado y querido de la gente durante cada verano nacional, por supuesto marcando para siempre a cada una de sus ganadoras.
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Pese a tener muchas menos ediciones que la Reina del Festival, la elección del Rey de Viña tiene ganadores y anécdotas para todos los gustos.
Así lo recuerda la propia "Kenita", quien en entrevista con La Hora, admitió que su triunfo en Viña del Mar fue antes y un después para su vida. "Estar en la historia de los Reyes del Festival siempre ha sido y será un gran orgullo para mi", contó.
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"Cuando fui elegida como Reina del Festival de Viña el año 2003, fue uno de los días mas maravillosos de toda mi vida", recordó emocionada.
- ¿Cómo recuerdas el momento?
- Como si fuera ayer. Estaba haciendo unas fotos para mi programa de entonces en Canal 13, "La movida del festival", que era el programa oficial del Festival de ese año. Recuerdo que me dieron la noticia y todo era celebración. De un momento a otro entró un productor gritando ¡ganaste, ganaste!, y de verdad que fue como estar cumpliendo el sueño más hermoso de todos.
- ¿Provocó muchos cambios en tu vida?
- Sí, claro, ganar esa corona trajo muchas bendiciones para mi carrera como modelo y desde ahí también para mis trabajos en la televisión.
- Parece que fue un proceso muy importante para ti...
- Sí, lo atesoro como un momento que marcó mi vida, un antes y un después en mi carrera, algo inolvidable y súper importante para mi.
- Y desde tu interior, ¿cómo analizas ese momento tan inolvidable?
- Creo que fue como mi niña pequeña, mi niña interior, coronándose como reina. ¿Viste que una cuando era chica veía las princesas, las reinas y las coronas como un sueño?
- Sí, como que se te quiebra la voz recordando...
- Ay sí, un poco, es que el que fuera elegida en ese momento como la Reina del Festival más importante de nuestro país y también de Latinoamérica, la verdad es que fue un gran honor. No sólo fue algo importante para la persona adulta sino que también para la niña pequeña que siempre soñó con un momento así. Por eso lo recuerdo como un momento maravilloso que estará en mi corazón para siempre...