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"Los hiperbóreos", película de la reconocida dupla de realizadores chilenos Cristóbal León y Joaquín Cociña, tuvo su debut mundial en el pasado Festival de Cannes 2024 y se estrenará en cines nacionales el próximo 28 de noviembre.
La extravagante cinta es una fascinante exploración en la estructura más surrealista de la historia chilena, que se adentra en el poeta y diplomático Miguel Serrano, conocido por sus filosofías esotéricas neonazis, cuya biografía ha obsesionado a los cineastas durante años.
"Los hiperbóreos" cuenta la historia de la actriz y psicóloga Antonia Giesen, quien se embarca en el proyecto de filmar un guión dictado mágicamente por el difunto Miguel Serrano a uno de sus pacientes. Para esto invita a los artistas Cristóbal León y Joaquín Cociña y comienza a reconstruir la vida de Serrano y la película que este escribió. Durante el proceso de filmación, Antonia comienza a perder los lazos con la realidad y a ser absorbida por la película, en la cual se convierte en una policía de un Chile distópico. Su misión policial es encontrar una película robada por un extremista, para lo cual tendrá que introducirse en mundos paralelos. En ese transitar entre ambos mundos, Antonia encontrará un secreto que cambiará su vida para siempre.
Hiperbóreos chilenos
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En conversación con La Hora, Joaquín Cociña explica el interés que han tenido con su dupla en adentrarse en la obra de Miguel Serrano, escritor, diplomático y figura controvertida de origen chileno, conocido tanto por su trayectoria en la literatura como por sus ideologías extremistas, que generaron polémica.
"Serrano apareció por primera vez en otro trabajo nuestro que se llama 'Los Andes', donde están como remezcladas algunas de sus ideas. Nuestro interés con Cristóbal (León) viene del poder mezclar lo político en nuestros trabajos, desde la pregunta de cómo abordar lo político, que es un tema complejo, porque muchas veces lo que pasa con el arte político sólo le hablas al espejo. En general, tratamos de encontrar puestas más interesantes para nosotros, no tan obvias. Figuras como Miguel Serrano, desde el mundo civil tienen una visión de la sociedad que es muy distinta al sentido común, son mentes muy torcidas que modelan el mundo de una manera muy extraña. Además, Serrano no califica ni como de izquierda, ni de derecha. Nos parece una puerta de entrada interesante para revisar la historia de Chile", indica el realizador.
Los hiperbóreos es una figura de la mitología griega, que con el tiempo, fue reivindicados por los nazis como el origen de la raza aria. En este sentido, Joaquín Cociña y Antonia Giesen, afirman que en el Chile actual, de cierta forma, estas representaciones están vigentes.
"Todos en algún momento pueden ser hiperbóreos, en el sentido de esta supremacía, cuando el mundo se transforma en algo hostil y amenazante. Por ejemplo, cuando uno habla con personas, aparentemente de izquierda, y llega el momento de hablar de los migrantes, aparece esta supremacía", sostiene Antonia Giesen.
Por su parte, Joaquín Cociña acota que hay una manera de identificar estas representaciones de hiperbóreos. "Con el 'nosotros', cuando uno habla del plural, en primera persona, es como momento de poner una alarma. Cuando dicen 'los chilenos', ¿desde dónde están hablando, hasta dónde llegan 'los chilenos'", cuestiona.
Esqueleto a la vista
La película invita a los espectadores a vivir una experiencia única mediante la pantalla, así como lo hizo en el mundo real, puesto que la filmación, realizada en su totalidad en Matucana 100, fue abierta al público y este tuvo la oportunidad de recorrer las múltiples escenografías, que toman protagonismo en la cinta.
La decoración es parte fundamental de "Los hiperbóreos" y Antonia Giesen tiene la perfecta habilidad de sincronizarse en todo momento de su actuación. Títeres, elementos del montaje y todo el que pareciera ser un detrás de escena de una obra de teatro, quedan al desnudo y acompañan la trama.
Al respecto de la decisión estética, Joaquín Cociña explica que "en general, nuestras películas han tenido como dos grandes guiones, el narrativo y el que tiene que ver con el cómo fue hecho. En el caso de 'Los hiperbóreos', queríamos, aparte de la historia, hacer una especie de registro del vínculo del acto mismo de poner en escena y narrar con cámara. Queríamos registrar ese pacto de contar desde el mundo del teatro, del escenario, del mundo audiovisual. También estábamos pensando en los comienzos del cine, intentando tener un diálogo con Georges Méliès, que toma el cine como un recurso para hacer magia".
"De alguna manera, Antonia hace lo que hacía Méliès en sus primeras películas, va desplegando el mundo de la magia", agrega.
Antonia Giesen, la maga de esta película, finalmente destaca que la elección de esta estética "más teatral", la ayudó a "sacarse las ganas" de haber hecho teatro, ya que desde que se dedica a actuar, siempre ha estado vinculada al mundo audiovisual.
"Es muy interesante que el esqueleto de esta película esté a la vista", concluye la actriz.
