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Aunque existan días malos, sabes que llega la noche y estoy con ella, dijo un enamorado deportista.
Rafael Araneda se refirió a la posibilidad de volver a animar el Festival de Viña, evento que lideró por ocho ediciones, arriba del escenario de la Quinta Vergara.
Fue Pamela Díaz, en medio de sus vacaciones en Miami, la que le hizo la consulta al reconocido conductor. Pero no él fue el que contestó la pregunta.
"Obvio", respondió su esposa Marcela Vacarezza, a quienes se sumaron las hijas del matrimonio, recordando aquella época en la que el "Rafa" se comprometía con su rol, y que le encantaba.
"No, sí era un gran desafío", aseguró Araneda, a lo que sus hijas le recordaron que lo pasaba mal durante las semanas previas. "Sí, pero es un rol desafiante y eso me gusta a mí", constató.
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En ese sentido, su hija Martina le recordó que "me acuerdo cómo estaba una semana antes leyéndose todos los guiones y no le podías hablar nomás".
Sobre el desafío, el animador recordó que "la pauta se tiene que cumplir. El público no lo va a entender y eso es parte del Festival de Viña. Eso es lo bonito del festival, que la gente no lo entienda y trate de imponer lo imponible".
"Es potente. Me acuerdo de una noche en que la Quinta Vergara temblaba, y yo veía a los niños con la Marcela que se iban corriendo para adelante (...) Estaba Wisin y Yandel, su despedida juntos", finalizó.
