"Un comentario en relación a su color de piel": desclasifican la pelea entre Fabricio e Indio que terminó con Porto Seguro
Las diferencias entre ambos bailarines estuvieron a poco de irse a las manos.
La hija de Rafael Araneda y Marcela Vacarezza reveló un duro episodio que tuvo que enfrentar, al cual considera como su "mayor trauma".
En un nuevo capítulo del podcast "Tenemos que hablar", conducido por Rafael Araneda y Marcela Vacarezza, una de sus hijas, Florencia, contó un duro episodio que experimentó en un aeropuerto en Estados Unidos.
En ese contexto, la joven debió responder cuándo fue la última vez que lloró. Entonces su padre recordó lo ocurrido en el recinto, lo que motivó el relato de "Flo".
"Me trataron como una transportadora de drogas en el aeropuerto de Estados Unidos, fue la peor experiencia de mi vida. Pasaba como por ocho policías diferentes y todos sabían cómo me llamaba", sostuvo.
Asimismo, la influencer manifestó que "me abrían hasta las cremas, me revisaban todas las cajas, me decían ‘para qué es esto’", recordó. Finalmente, destacó que "me mantuve fuerte, al frente de ellos no lloré".
Los animadores se sinceraron con sus hijos respecto a la posibilidad de integrar a un nuevo miembro en la familia.
Aunque vivió uno de los peores momentos de su vida, Florencia Araneda aseguró que mantuvo la compostura mientras la revisaban.
"Me mantuve fuerte, al frente de ellos no lloré", dijo, aunque admitió que el episodio la dejó completamente afectada. "Lo pasé pésimo, ahora es mi trauma", concluyó.
Por su parte, el destacado animador nacional aseguró sobre esa experiencia que "yo dije la van a meter presa, o sea me asusté. No le quise decir nada a la Marcela porque se iba a poner nerviosa, yo en el fondo estaba súper nervioso". Para fortuna de los Araneda, eso no ocurrió.
Las diferencias entre ambos bailarines estuvieron a poco de irse a las manos.
El artista, quien de profesión era arquitecto, murió este domingo en la comuna de El Monte a los 81 años.
Pese a la incomodidad de quienes presenciaron el momento, el conductor intentó tomarse con humor el insólito obsequio.