"Fue muy triste": Fran García-Huidobro se quebró al recordar su solitaria Navidad en la clínica
La animadora de Only Fama no aguantó las lágrimas al recordar cuando pasó por un difícil momento de salud.
Se suele pensar que la farándula televisiva chilena tuvo como hito la pelea de Isabel "Titi" Ahubert con Daniella Campos por Iván Zamorano en julio de 1999, escándalo que fue objeto lucrativo y mediático para la génesis de un género periodístico centrado en "elites sin poder".
Ese año CHV estrenaría un noticiero de espectáculos llamado Primer Plano. Y luego, en 2001, el canal puso al aire el matinal Sálvese Quien Pueda (SQP). De ahí en 2006 el mercado de prensa rosa se sumó a programas como "Alfombra Roja" de Canal 13, "Mira Quién Habla" (MQH) de Mega e "Intrusos" de Red TV (La Red).
¿Qué hacía tan atractiva a la farándula? Posiblemente, el consumo del análisis de la vida privada ajena de personas sin méritos profesionales y la evaluación constante del glamour o la insidia mutua. Hechos conflictuales con que se auto identificaba el ciudadano promedio. Una visión distinta es la de Jaime Coloma quien comenta para Diario La Hora que la farándula "pone el foco desde una dimensión aparentemente frívola en temáticas que pueden ser bien interesantes para entender la sociología chilena".
Los programas de farándula en Chile estuvieron ausentes y aislados de las pantallas. Quedando al aire "Zona de Estrellas" de Zona Latina en el cable y "Me Late" en TV+ de señal abierta. Pudiéndose explicar por factores como el efecto estallido-pandemia, "la mala programación" o personas repetitivas en "la tele". En este sentido la última Encuesta Nacional de Televisión de 2021 (CNTV) arrojó datos interesantes: para los consultados, el tiempo de aparición de "los personajes de la TV y el espectáculo" era "demasiado" para un 54%, "adecuado" para un 20% y "poco" para un 16%. Además de la revolución de las plataformas digitales y del streaming en que hizo un intentó por posicionar el espectáculo.
La consolidación de la prensa de espectáculo se anunció a fines de 2023 con algunos escándalos. Pero ¿Son sólo los escándalos el regreso de este género? La periodista Cecilia Gutierrez opina que "no es sólo peleas y escándalo". En este género "también hay dramas que obviamente lo que le pasa a unas personas famosas también le pasa a cualquier persona en su casa que se vive a otra escala de otra manera".
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Jaime Coloma coincide en esta idea de que el espectáculo no implica validar la violencia y que "la falta de educación frente a las temáticas y el darle validez al cahuín, que es distinto a la farándula. Evidentemente afecta porque va validando una manera de desarrollar un discurso que puede ser muy nocivo para una sociedad".
El semillero de programas de espectáculo podría renovar el ánimo de los chilenos
La programación sensacionalista podría tener el mismo éxito que a mediados del 2000 con el regreso de Primer Plano a CHV por la experiencia de Podemos Hablar (PH). Evidenciándose que los espectadores desean ver este tipo de contenido, y, por otro lado, el contenido de enganche de los reality shows como "¿Ganar o Servir?" pueden abrir la ventana a nuevos programas de farándula en la televisión abierta.
Zona de Estrellas del canal Zona Latina ha sido, para Mario Velasco, "es un programa que tiene distintas personalidades dentro del panel y que cada uno toca teclas diferentes frente al mismo tema". El conductor valora la personalidad de sus colegas en este proyecto: Adriana (ve los temas) con más humor, a lo mejor Manu y Hugo son un poco más rigurosos en términos de datos y de poder contarle la historia de buena manera. Pablo cambia también le pone un toque especial como con una mirada un poco más moderna". Y el elemento diferenciador es que "no es una farándula tan agresiva, sino que a lo mejor un poco más amigable".
El conductor Sergio Rojas cree que el programa Que te lo digo (QTLD) "tiene un tono lúdico" como una pieza teatral. "Hay mucha actuación, hay muchos de lo teatral, de los colores, de las formas". Como "ver una obra de teatro en vivo". Encontrando un elemento unificador de los conductores es qie son amigos y tres periodistas: "Eso en general en los paneles de farándula, no todos son periodistas. Yo creo que somos el panel más chico que ha tenido la televisión chilena".
El caso del canal TV+ como hilo conductor farandulero que hoy mantiene un éxito con el programa Sígueme. Que en palabras de la periodista Cecilia Gutiérrez, "tiene la misma fórmula que cualquier programa de farándula tradicional la verdad".
"Tiene sí la gracia que incorpora a dos protagonistas de la farándula chilena: a Daniella Campos que dentro de todo, como de la fundadora de la farándula. Y a una representante de la farándula más actual que es Daniela Aranguiz y eso le entrega un valor al programa", insistió la periodista de TV+.
¿Son los espectadores o los canales de televisión los que ven una necesidad en la farándula?
Los canales de televisión deciden ofrecer programas de farándula en la televisión, conectando con el público por las redes sociales para entender sus tendencias e intentar reencontrarse con ellos. Mostrándoles focos de atención a través de nuevos personajes y polémicas
El efecto que tiene la farándula en los televidentes es complejo porque captura la atención de las audiencias. Los temas polémicos de personajes públicos y sus relaciones cambiantes crean la necesidad de juzgar alguna discusión.
Para Coloma "hay un nicho que evidentemente se abre y que se establece respecto al mundo farandulero vinculado a las audiencias y también a los canales. Los canales, en general, tienden a negar su vínculo con la farándula a pesar de hacerla y de hacerla en forma concreta". En su análisis sobre los medio y el uso tácito en la programación de espectáculo destaca que "hay pocos canales que se atrevieron a decir -nosotros hacemos un programa de farándula- y lo mismo pasa con los comunicadores".
Una década atrás, el CNTV estudió elementos significativos en el consumo de la farándula chilena, demostrando que se debe "al morbo" reinante en los televidentes, la curiosidad, el "copuchentear", la entretención y la risa. Y en especial, el sensacionalismo o que sean temas fáciles que no aburran al público. Reconociendo también que "es lo que hay" en la oferta televisiva para consumir.
