La opinóloga fue la invitada estelar del nuevo "Podemos Hablar" y narró lo cerca que estuvo de partir de este mundo.
Su última experiencia con la muerte estuvo más cercana que nunca ,según reveló Raquel Argandoña en Podemos Hablar.
La madre de Kel Calderón fue la invitada estelar del pasado capítulo de "Podemos hablar", donde debutó como animador central Julio César Rodríguez.
En la ocasión la ex animadora del Festival de Viña relató los crudos momentos que vivió por una obstrucción intestinal, mientras estaba de viaje fuera del país y que pensó que se moría.
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Todo partió en Cancún, cuando Raquel Argandoña comenzó a sentir unos dolores que jamás conoció en la vida.
"Me fui a acostar y tipo 1:30 AM empecé con los dolores", señaló recordando el momento en que decidió ir a la clínica.
"Era tan fuerte que en ese momento tome una toalla, la calenté y me la coloque en la guata. El dolor era terrible, terrible. Desperté a mi asistente le dije que me acompañara porque no doy más", dijo iniciando la pesadilla.
Una vez en el centro médico, y tras activar el seguro de viaje, la opinóloga recordó que "me hicieron esperar dos horas y el seguro no se activaba por lo que decidí irme a otra clínica. Yo lloraba de dolor".
"Había que esperar la orden del seguro, porque en esa clínica había que depositar por lo menos 14 mil dólares para que te atendieran", agregó Raquel Argandoña acongojada.
Enseguida relató la peor parte de la historia, pues cuando al fin la vio el médico "se dieron cuenta de que era obstrucción intestinal y que había que operar".
"Si se tuvo que depositar 14 mil dólares para que me atendieran, pregunté cuánto saldría operar de urgencia: 90 mil dólares, yo dije ‘ni loca... no tengo 90 millones para pagar una cirugía en otro país’", aportó.
"Esperamos y me pusieron una inyección a la vena, morfina, y me sentí bien a los 4 minutos y pensé ‘esta cosa pasó, vuelvo al hotel’ y me dicen que no me podía ir de la clínica" precisó, de lo que luego puntualizó que "yo me quería ir, yo decía ‘qué hago’. Lo único que quería era estar en mi país, yo quería los mismos doctores de cuando me operaron por primera vez", recordó.
La última parte de la historia hizo llorar a Raquel Argandoña en "Podemos hablar", debido a locerca que estuvo de morir.
"Estando en la clínica, me contactan del seguro y me dicen que me tengo que ir al hospital, que había unas ambulancias abajo esperándome para llevarme a un hospital, porque ahí responde el seguro", contó, a lo que respondió con negación. Y no "porque haya sido un hospital, sino porque ya llevaba tres días en la clínica", contóo.
"¿Cómo me iba a ir a otro lado para empezar todo de cero?", se preguntó en su momento, de lo que además afirmó que "la clínica no le pasaba ninguna información al hospital".
"Yo lloré, le pedía a la persona de admisión, que no me echara. La noche costaba 4 mil dólares, ‘no me echen, no me echen, yo tengo el pasaje para irme a Chile’", clamó y un trabajador se apiadó de ella.
"Me tenía que ir antes de las 9 de la mañana de la clínica. Tenía que convencerme al médico que me firmara el alta, porque estaba grave", señaló. Posterior a ello, en su retorno a Chile, reveló que "arriba del avión me tomé 2 ravotril, más la inyección de la morfina que me pusieron, pude subir al avión y aguantar el viaje hasta que llegué al aeropuerto en Chile y me trasladaron a la clínica de urgencia", señaló
"Te juro... yo decía ‘si me voy a morir, me muero en Chile’, con mis doctores"., finalizó.
