No eran tiempos mejores ni peores. Más bien, diferentes. Sin embargo, nadie puedo negar la tremenda nostalgia que genera ver los espectáculos de primer nivel que hubo la llamada ''década de oro'' del Festival de Viña del Mar: los años '80.
Todos sabemos lo que significa dicha época. En el mundo, un desborde de alegría, moda y vanguardia en todo ámbito. En Chile, en plena dictadura, la cosa era un tanto distinta.
Eso sí, cuando llegaba el verano, aquellos últimos días de febrero, todo parecía girar en torno al evento musical más importante de América Latina. Todo quedaba en segundo plano, aunque fuese por unos días.
Y es que muchos periodistas especializados coinciden en que los años '80 fueron la mejor década que hubo en el festival en términos musicales y culturales.
Bomberos de Viña del Mar recibirán importante donación de Embajadores del Festival de Viña del Mar 2024
Este año será Bomberos de Viña del Mar, quienes recibirán la donación que entregarán los Embajadores del Festival de Viña 2024, un gesto que ayudará a la institución ante la emergencia por los incendios.
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Artistas y bandas de renombre
The Police, una de las bandas británicas de mayor importancia para el rock alternativo, llegaron en 1982 al Festival de Viña. Conocidos en distintos puntos del planeta... menos en Chile. Al menos, para la opinión, pública, porque sí contaban con un importante número de fanáticos, quienes los esperaron con ansias.
No obstante, existe un año que es considerado como el mejor de todos: 1981. Desde sus invitados hasta la animación hicieron que esta versión pasara a la historia como "la mejor de todas".
1981: el mejor Festival de Viña
En aquella instancia se realizó la versión número 22 del Festival de Viña. Ocasión en que Antonio Vodanovic y María Olga Fernández animaron la jornada que fue transmitida por TVN.
También hubo invitados musicales de lujo: Julio Iglesias, José Luis "Puma" Rodríguez, Camilo Sesto, Miguel Bosé, KC and The Sushine Band y Ray Conniff, un cartel que no tiene que envidiarle a ningún festival actual. Era el ''jetset'' en su máxima expresión.
Otras actuaciones que se recuerdan con cariño son las de Gloria Gaynor, en 1980; Nazareth, en 1985; la doble noche de un joven Luis Miguel, en 1986; y la mítica presentación de Soda Stereo, en 1987;
Bien vale mencionar que la situación económica y el contexto político, donde la dictadura de Augusto Pinochet necesitaba verse bien en el exterior, influyeron bastante en la cartelera y presupuesto del Festival.
Una época distinta
Tribunas llenas de antorcha, símbolo que parece tan lejano a día de hoy, se comían el escenario, y el público, como buen monstruo, no se dejaba apabullar por ninguna estrella.
Verdaderamente, era más hostil, un coliseo romano dispuesto a aceptar o rechazar al artista/banda sin tapujo.
Lo que nadie puede negar es el glamour que dominó la ''ciudad jardín'' en los '80, una escenografía sacada de película. Mucho neón, muchos trajes coloridos y cabelleras abultadas, factores que hicieron de esa década mágica la mejor del Festival de Viña del Mar. ¿Volveremos a experimentar algo similar? Dicen que la vida es cíclica.