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El comediante impactó con registro de hace dos décadas donde aún tenía pelo.
Paty Maldonado fue una de las invitadas que estará en "Podemos Hablar", donde contará como fue lo trágico de su accidente en la carretera, y también de la forma en que satisface sus deseos sexuales.
En la distendida conversación Érika Patricia Maldonado Aravena no tendrá tapujos en contar como fue que se encontró con el mundo de los consoladores, y todo de la mano de una de sus mejores amigas.
“Un día le digo a la Raquel (Argandoña), sabes que le estoy exigiendo mucho a mi marido, no es lo mismo a los 15, 30, 40, que a los 70 y tantos. Y todavía le dije estoy como ganosa, que hago, comenzó explicando Paty Maldonado.
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Los consoladores de Paty Maldonado
Según dirá, Raquel Argandoña la llevó a un sex shop. "Ella me dijo a mí, tengo un ato Maldonado, Apumanque, primer piso abajo, yo te acompaño", reveló la "Maldito".
"De respeto entró a una tienda, y veo..., madre santísima, y estos caballeros, donde me los encuentro. y dije me gusto ese caballero", continuó diciendo la cantante y presentadora de televisión chilena.
Y fue muy bien atendida por el personal del local. "Si me dijo (la vendedora) este tiene una particularidad, es muy moderno, y este otro pequeñito que está acá, y le dije, deme los dos", dijo bien golosa Paty Maldonado.
Le dieron todas las instrucciones. "La carga es distinta me dijo, porque usted tiene el cargador, tiene dos pinchitos, que los tiene que pegar, hace contacto y se carga, me dijo parta con el grande y póngalo en el uno, y posteriormente vas graduando, cuando ya te acostumbres", aseveró la panelista de "Tal Cuál".
Hasta tienen nombres los juguetes sexuales. "Así que yo les puse nombres, el más grande se llama Frank Sinatra, y el otro que es más chiquito, se llama Dean Martin", expresó su creatividad Paty Maldonado.
"Ellos actúan, entonces cuando me entra el ángel malo, o el ángel cochino, el ángel me dice hoy me toca con Frank Sinatra, lo tengo en mi velador, abajito en un mueble. no me pregunta nada, lo paso el descueve, y no molesto a nadie", contó.
Aunque también aseveró que tiene otro tipo de encuentros. "No le quiero exigir a mi viejo, ojo, a veces le digo, si Frank Sinatra, también se cansa, ahora le toca a usted, y hace su esfuerzo, pero no es lo mismo, le cuesta un poquito, para no exigirle, porque le cuesta", terminó su pícara historia Paty Maldonado.
