Yasmani Acosta enfrenta este martes uno de los cruces más importantes de su vida: buscará una histórica medalla de oro para el Team Chile en la final de la lucha grecorromana 130 kilos.
El nacido en Cuba llegó a esta instancia sin ganar un solo punto por técnica, una interesante estrategia que permitió dejar en el camino al búlgaro Kiril Milov, al egipcio Abdellatif Mohamed, y al chino Meng Linzhe.
El oriundo de Matanzas aseguró así una medalla olímpica, tomándose una especie de revancha de Tokio 2020, cuando estuvo a punto de alcanzar la presea de bronce, pero debió conformarse con un cuarto lugar.
Pese a la oportunidad dorada que tiene Yasmani Acosta, la realidad es que su rival en la final es un hueso durísimo de roer. Se trata del multicampeón olímpico, leyenda de la disciplina, el cubano Mijaín López.
De mentor a rival
En simples palabras, el luchador de 41 años es considerado el mejor luchador de la historia, considerando su impresionante palmarés que no deja a nadie indiferente.
Ha conseguido oro en la lucha grecorromana 120 kilos en Pekin 2008 y Londres 2012, y 130 kilos en Río 2016 y Tokio 2020. Su última derrota olímpica se remonta a Atenas 2004, cuando cayó en cuartos de final con el ruso Khashan Baroyev.
Fuera de las citas olímpicas, también posee varios títulos: Budapest 2005, Bakú 2007, Herning 2009, Moscú 2010 y Tashkent 2014. Se quedó con la plata en Guangzhou 2006, inclinándose ante el ruso Jasan Baroyev; y en Estambul 2011 y Las Vegas 2015, cayendo ante el turco Rıza Kayaalp.
En los Juegos Panamericanos, ha obtenido la presea dorada en las ediciones de Santo Domingo 2003, Rio de Janeiro 2007, Guadalajara 2011, Toronto 2015, y Lima 2019.
Sin duda que López ha sido considerado una de las grandes cartas olímpicas de Cuba. Debido a lo anterior, y al darse cuenta de que nunca tendría la posibilidad de ser abanderado de su país, Yasmani Acosta decidió representar a Chile.
Pero el representante del Team Chile logró compartir varios años con el "Gigante de Herradura", quien se convirtió en su mentor mientras compartieron equipo en la selección de Cuba. Finalmente, el destino se encargó de encontrarlos nuevamente en una final olímpica.
"Con Acosta hemos tenido una hermandad. Siempre hemos sido amigos de la lucha. En Cuba era la segunda figura en mi división. Ahora está con Chile y seguimos con esa misma hermandad", aseguró López en diálogo con AFP.