Neme "se salió de libreto" y cuestionó la cobertura al caso de Julia Chuñil: "Una liviandad inhumana"
El periodista alzó fuertamente la voz por el caso de la desaparición de la activista ambiental e hizo un mea culpa.
Un nuevo reportaje de CIPER abrió una arista en el debate sobre la manipulación política en redes sociales. El medio accedió a un intercambio de mensajes donde el administrador de la cuenta de X @JackedIn, conocido como "Neuroc", admite tener comunicación frecuente con el encargado digital del líder republicano José Antonio Kast.
De acuerdo con lo revelado, los mensajes fueron enviados a fines de noviembre de 2024, días después de las elecciones municipales. Allí, "Neuroc" sostuvo que, aunque no es militante del Partido Republicano, integra un grupo amplio de usuarios de derecha que actúan coordinadamente en redes sociales. En ese contexto, aseguró que hablaba "a menudo" con el equipo digital de Kast, comentario que ahora cobra relevancia ante la investigación judicial en curso sobre una posible red de bots.
El personaje detrás de esta cuenta fue identificado en un reportaje de Chilevisión como Ricardo Inaiman Barrios, de 38 años, quien ya enfrentó denuncias por injurias graves y antecedentes penales anteriores. Según CIPER, Inaiman no ha desmentido públicamente esa atribución, aunque tampoco ha reconocido formalmente su rol.
La cuenta de X asociada a "Neuroc" ha ganado notoriedad desde 2021 y se ha transformado en un actor clave dentro del ecosistema digital republicano. Sus publicaciones han apuntado a desacreditar principalmente a Evelyn Matthei, Jeannette Jara y figuras del oficialismo, a través de rumores, mensajes desinformativos y ataques coordinados.
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Pese a los intentos de CIPER por obtener una respuesta del equipo digital de Kast, liderado por Felipe Costabal, no hubo comentarios. El silencio mantiene abiertas las dudas sobre la real magnitud del vínculo entre las estructuras formales de campaña y las operaciones paralelas que circulan en redes sociales.
Más allá de las responsabilidades personales, el caso vuelve a poner en discusión el impacto de la desinformación en la arena política y cómo las campañas digitales, muchas veces en la sombra, buscan moldear la percepción ciudadana en un año clave de cara a las elecciones parlamentarias y presidenciales.
