Máxima tensión en exitoso operativo policial: trabajo conjunto de La Florida, Macul y San Joaquín
Algunos conductores intentaron evadir la fiscalización, y Carabineros tuvo que apuntar son sus armas a los infractores.
Aunque los temblores menores se reparten a lo largo de todo el país, lo cierto es que algunas regiones llevan una gran cantidad de años sin ser epicentro de un gran terremoto.
Entre ellas, destaca la Región de Coquimbo, que fue epicentro de un potente terremoto en 2015, pero desde entonces ha experimentado solo actividad sísmica moderada. Por otro lado, regiones como Aysén y parte del Biobío también han estado relativamente "tranquilas", al menos en cuanto a eventos de gran magnitud.
Una de las zonas que más llama la atención en este sentido es la Región de La Araucanía. Si bien ha sentido los efectos de terremotos cercanos, no ha sido epicentro de un sismo mayor en las últimas décadas.
La Región de Atacama, por su parte, tampoco ha registrado terremotos de gran envergadura desde el evento de 1922, aunque sí ha habido sismos fuertes en regiones vecinas como Antofagasta y Coquimbo.
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En contraste, zonas como Valparaíso, Maule y el norte grande han concentrado parte importante de los terremotos significativos en los últimos 20 años.
El caso de Magallanes también es excepcional: a pesar de estar menos expuesta a los movimientos de la Placa de Nazca, el reciente sismo demostró que ni el extremo sur del país está libre de sorpresas geológicas.
Expertos en la materia recalcan que el hecho de que una región no haya sido epicentro recientemente no implica que esté exenta de riesgo.
En otras palabras, la acumulación de energía en sectores donde no ha habido liberación sísmica importante puede ser señal de una futura ruptura.
