En Semana Santa, muchas familias chilenas optan por cambiar la carne por los mariscos y pescados, siguiendo la tradición religiosa.
El problema es que, si no se toman las precauciones necesarias, lo que debería ser una comida sabrosa y tranquila puede terminar en urgencias, con dolor de estomago y algo peor.
La intoxicación por mariscos no es broma, y aunque suena a algo que le pasa a "alguien más", lo cierto es que basta un mal manejo, una cadena de frío rota o una almeja mal cocida para pasarlo pésimo.
¿Qué dicen los expertos? Desde el Ministerio de Salud el llamado ha sido claro: "Comprar en lugares establecidos y con autorización sanitaria es lo primero".
"Muchas veces lo barato sale caro, sobre todo cuando se trata de productos del mar, que son muy sensibles a la temperatura y el tiempo", agregan.
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También enfatizan en la importancia de revisar que los productos estén frescos, sin olor extraño ni aspecto viscoso. En el caso de los mariscos en concha, como los choritos o almejas, si no se abren al cocerlos, hay que desecharlos sin pensarlo.
Su bolsillo lo agradecerá: Sepa dónde comprar pescados y mariscos para este Viernes Santo sin vaciar la billetera
Desde ferias hasta terminales pesqueros, te contamos los mejores lugares para conseguir productos del mar frescos, sabrosos y a buen precio en esta Semana Santa.
Consejos clave para evitar una intoxicación
- Compra en lugares autorizados, idealmente ferias o pescaderías fiscalizadas. Evita vendedores ambulantes, por mucho que juren que "está todo fresquito".
- Mantén la cadena de frío. Si vas a transportar los productos, lleva una conservadora con hielo.
- Cocina bien los mariscos. Nada de ceviches con machas crudas o probar "un poquito crudo no más". El calor mata bacterias, y en este caso, es tu mejor aliado.
- Lávate las manos y los utensilios después de manipular los productos del mar.
- Cuidado con la marea roja. Si vas al sur o compras productos que vienen desde allá, fíjate que cuenten con los permisos correspondientes y estén libres de toxinas.
¿Y si ya me intoxiqué?
Los síntomas pueden ir desde náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, hasta fiebre. Si eso pasa, no te automediques. Se debe recurrir al servicio de salud más cercano y llevar, si es posible, una muestra del alimento sospechoso o al menos los restos que quedaron.
Comer mariscos en esta fecha es casi una tradición sagrada en muchas casas, pero eso no significa que haya que confiarse. Con unos pocos cuidados y usando el sentido común, es totalmente posible disfrutar de una paila marina, una empanada de mariscos o unos choritos al vapor sin terminar abrazando el baño.