Tensión en el Biobío: Gobierno activa Ley Antiterrorista por ataques en Santa Bárbara y Contulmo
Los hechos registrados han encendido las alarmas por un eventual repunte de la violencia rural en la zona.
La Tercera desclasificó el testimonio del conserje del Hotel Panamericano, quien fue testigo de la llegada de Manuel Monsalve y su subalterna la noche del domingo 22 de septiembre.
En las últimas horas, han surgido nuevos detalles sobre el dramático testimonio de la funcionaria que denunció a Manuel Monsalve por violación.
Además, se han conocido algunas declaraciones de testigos claves en el caso, como el taxista que trasladó al exsubsecretario y a la presunta víctima desde el centro de Santiago hasta el domicilio de la mujer y luego al Hotel Panamericano, además del conserje de este último lugar.
La Tercera desclasificó el testimonio del conserje del Hotel Panamericano, quien fue testigo de la llegada de Manuel Monsalve y su subalterna la noche del domingo 22 de septiembre.
El transportista aseguró que "la chica me pidió ayuda, me dijo que no se quería ir con el sujeto". Su relato confirma que la denunciante del ex subsecretario se encontraba en un evidente estado de ebriedad.
Ante Fiscalía, uno de los dos conserjes recordó que "a eso de la medianoche, no recuerdo la hora exacta, llegó una pareja. A él yo lo había visto en otras oportunidades, por las mañanas".
"Esa noche (Monsalve) vestía con colores neutros, pantalón negro y con una camisa clara, chaqueta oscura. Ella era una mujer joven. No recuerdo cómo vestía esa noche", agregó.
Algo que destacaron es que Monsalve no utilizó el ascensor principal, sino que el secundario y que sujetaba la cintura de la mujer con sus brazos.
"Cuando pasaron, él hizo un gesto con la mirada como saludándonos. Cuando eso ocurrió, mi compañero me mira como diciéndome qué vergüenza cómo viene. Y yo pensé que me pareció feo, porque ella venía muy mal, la escena me pareció muy mal", dijo el conserje.
"Respecto al caballero, venía también bebido, pero mucho más consciente que ella, se veía más firme al caminar, porque él la ayudaba a ella", indicó.
Los hechos registrados han encendido las alarmas por un eventual repunte de la violencia rural en la zona.
La mujer de 56 años fue vista por última vez el pasado 3 de abril, saliendo de su hogar con destino al centro de la ciudad para una reunión con su empleador.
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