"Soy culpable también, no fui duro con ella": Padre de Krishna Aguilera hace un mea culpa tras muerte de su hija
El progenitor rompió el silencio.
La modelo contó cómo fue el momento en que la Policía de Investigaciones llegó a su domicilio para arrestar al empresario.
Titi Ahubert sacó la voz respecto de la detención y posterior prisión preventiva que debió enfrentar su marido, el empresario Daniel Sauer, involucrado en el bullado caso Audios.
En diálogo con la Revista Sábado, la modelo fue enfática en asegurar que "esto estalló, para mí, ahora. Yo no sabía nada. Para mí, esto fue ahora cuando se lo llevaron detenido".
Sobre el arresto, que ocurrió hace cinco meses, contó que los funcionarios de la Policía de Investigaciones llegaron a su domicilio a eso de las cinco de la madrugada.
"Estaban mis hijos durmiendo y tuve que pedirle por favor a la PDI que me dejaran primero tocarles la puerta para que se vistieran. Fue muy duro. Nunca se me va a olvidar la imagen de él saliendo esposado. Me cuesta hablar de esto", reveló.
La solicitud se apoya en datos que evidencian un creciente rechazo de la ciudadanía hacia la inmigración ilegal, especialmente, por su vínculo percibido con el aumento de la delincuencia.
Ahubert fue enfática en señalar que "nunca me involucré en su negocio. De hecho, ni siquiera iba a la oficina, porque a mí me gusta respetar el trabajo del otro. Y él, como hombre, como padre, era excelente. Nada que decir".
"Yo me casé con un hombre bueno, no con un delincuente. Una relación preciosa, linda, de mucho cuidado. Una persona muy buena, de verdad. Yo sé que la gente dice ‘ay, ¿pero cómo va a ser bueno?’, La gente no sabe lo que yo sé de él", dijo.
Poco a poco, su familia comenzó a sufrir las consecuencias del escándalo: "Esto de que de un día para otro no hay plata, no hay cómo pagar los colegios de los niños. El quedar totalmente desamparada ha sido muy duro para mí y mis hijos".
El progenitor rompió el silencio.
Cada 31 de octubre, cientos de motociclistas se reúnen en distintas ciudades del país para protagonizar las llamadas rodadas de Halloween, una costumbre que nació en países como Venezuela y Colombia, pero que en los últimos años se ha instalado con fuerza en Chile.
Quiso detener una riña y terminó perdiendo la vida en otra noche sangrienta.