El gato andino, cuyo nombre científico es Leopardus jacobita, es un felino que habita en los Andes de Argentina, Bolivia, Chile y Perú, además de la zona norte de la Patagonia argentina. Se le conoce como el "Fantasma de los Andes" por lo difícil que es de observar, debido a sus hábitos nocturnos y porque prefiere lugares poco accesibles para habitar: montañas rocosas de gran altura, como las que ofrece nuestra cordillera. También, porque está en peligro de extinción, su población se estima en apenas 1.400 individuos adultos.
En Chile, por mucho tiempo se creyó que en la zona central sus poblaciones se encontraban extintas y que su hábitat se limitaba a las regiones del norte -entre Arica y Parinacota, y Antofagasta-. Sin embargo, desde 2014 a la fecha hay registros (aunque escasos) que lo ubican hacia el centro del país, específicamente entre Farellones en la Región Metropolitana y la Región del Maule. En lo más reciente, cámaras trampa instaladas por la Alianza Gato Andino (AGA) y Greenpeace Chile, capturaron imágenes de la especie en Lo Barnechea, específicamente en Yerba Loca, en un hallazgo que se considera inédito: por primera vez en la historia hay imágenes que sitúan al gato andino en este santuario de la naturaleza. Las mismas se dieron a conocer esta semana, en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Diversidad Biológica.
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Desde el viernes pasado la localidad de Lagunitas, en Puerto Montt, se mantiene en tensión por la presencia de un felino de 8 meses que no ha podido ser atrapado por personal especializado.
Bernardo Segura, miembro de AGA y magíster en Áreas Silvestres y Conservación de la Naturaleza, declara que las cámaras fueron puestas en este lugar, "porque teníamos sospechas de que la especie habitaba en el área, ya que el ambiente del santuario, por sus roqueríos similares a los de nuestros registros anteriores, parecían favorables para detectar su presencia. Además, porque el sitio cuenta con abundancia de presas, como las vizcachas, su alimento favorito", relata.
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Sobre la imagen, Dominique Charlin, vocera de Greenpeace Chile y especialista en biodiversidad, detalla que "nos entrega información clara: es un macho grande y, aparentemente, en buen estado de salud. Se trata de un registro de tremenda relevancia, pues nos permite, por una parte, conocer más sobre la naturaleza y hábitos del felino en la zona central y, por otra, porque nos obliga a generar más y mejores condiciones para asegurar su sobrevivencia en el sector".
Los recientes estudios del gato andino en la zona central, realizados por Bernardo Segura, entregan algunos datos sobre su comportamiento. Por ejemplo que no defeca en letrinas, a diferencia de sus pares del norte. "Esta característica dificulta aún más su rastreo, ya que estos desechos indican su posible presencia", agrega Charlin.
Una especie altamente vulnerable
Dominique Charlin, de Greenpeace, explica que el gato andino tiene un rol ecosistémico clave al ser "un depredador irremplazable, es decir, que regula la población de las especies de las que se alimenta, por lo que si deja de existir, se podrían generar desequilibrios en los entornos de las comunidades en las que habita". Además, al estar en peligro de extinción, según la "Lista Roja" de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), "la pérdida de cualquier individuo en edad reproductiva puede afectar directamente a las poblaciones locales de gatos andinos".
Una de las amenazas contra el gato andino viene de la actividad minera, que "puede fragmentar las áreas donde habita, aislando las poblaciones existentes", dice Bernardo Segura.
Sería el caso del proyecto Los Bronces Integrado, que busca ampliar esta mina en la cordillera de los Andes con obras que incluyen una mina subterránea por debajo del Santuario de la Naturaleza Yerba Loca, "justo donde ocurrió este descubrimiento", destaca Charlin. De ahí que Greenpeace está llevando a cabo su campaña "Subamos la Voz, bajemos Los Bronces", cuyo objetivo es evitar que la ampliación de este proyecto se ejecute, entre otras cosas, por el daño que podría provocar sobre el gato andino y la biodiversidad de la cordillera. Más información en https://bajemoslosbronces.cl/
"Inicialmente, en su estudio de evaluación de impacto ambiental este proyecto no incluyó al gato andino, subestimando los efectos sobre la especie. La empresa lo sumó más tarde al trámite, pero lo hicieron de forma incorrecta (usando otra categoría de conservación), lo que evidencia que la evaluación no se hizo de forma adecuada y que se actuó con falta de responsabilidad con la biodiversidad del sector", asevera la especialista.
Ambas organizaciones continúan los estudios respecto a la especie, gracias a la colaboración de la administración del Santuario de Yerba Loca, "por lo que esperamos contar con nuevos registros en el futuro que nos ayuden a ampliar el conocimiento sobre la especie y, con ello, tener más y mejores herramientas para protegerla", comenta Charlin.