Alcaldes y parlamentarios se reúnen en Estación Central para generar propuestas conjuntas de seguridad
El sentido de urgencia con las medidas de seguridad para implementarse fue la tónica que marcó la conversación.
El caso de Nabila Rifo, víctima hace siete años atrás de un brutal ataque por parte de su conviviente de ese entonces, quien le arrancó los ojos y varios dientes, dejó una huella imborrable en los casos de violencia intrafamiliar.
Sin embargo, este año, su nombre volvió a estar en la palestra. Esto luego de que sus hijos; Luis Torres de 20 años, junto a su hermano de 17, mataran a golpes a la nueva pareja de su madre, un mecánico de 35 años identificado como Gerardo Bañares, quien tenía antecedentes por VIF.
Los involucrados en el homicidio llevan cerca de tres meses recluidos, el Juzgado de Garantía de Coyhaique decretó internación provisoria para el menor, mientras que Torres cumple la medida cautelar de prisión preventiva.
En ese sentido, en diálogo con La Tercera, el hijo mayor de Nabila Rifo sostuvo que en cada pelea que tenía su madre con el hombre que la dejó ciega sentía ataques de pánico y lamenta que la noche en que su madre fue víctima de la golpiza no estaba junto a ella.
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"Fui a la psicóloga cuando mi mamá aún estaba en el hospital", cuenta Torres. "Le dije que sentía rabia. Me daba impotencia no poder haber estado allí cuando le estaban pegando. Me decía a mí mismo: ¿Por qué me habré ido esa noche?".
Muerte de Gerardo Bañares
Según Torres, el desenlace que terminó con la muerte de Bañares comenzó cuando el mecánico llegó a la casa de la familia Rifo lanzando piedras, amenazando a su madre y a ellos.
"Nos decía, cabros cul..., me los voy a hacer mierda. A mi mamá también le decía, si te pillo sola, te voy a hacer mierda", dice Torres.
Los dos hijos se enfrentaron a Bañares, el menor lo golpeó con un bate que lo dejó inconsciente y Torres lo atacó con una manopla.
Finalmente, Luis Torres concluyó afirmando que "estoy muy tranquilo. Estoy preso, pero por lo menos mi mamá está tranquila. Nunca nadie más le va a pegar, ni nada".
