Cómo cobrar seguro de cesantía aunque no tenga fondos: estos son los cinco requisitos
Se entrega por un máximo de 360 días y da derecho a asistencia médica gratuita
La última gran nevada en la capital se registró el 15 de julio de 2017 y cubrió hasta Pudahuel y Maipú.
Los fríos mañaneros de esta semana no son nada en comparación a los que se anuncian la próxima semana, donde incluso se vislumbra nieve en Santiago.
El sitio Accuweather adelantó que el próximo martes 7 de mayo la capital tendrá la mañana más fría del año, mientras que algunos ya se atreven de hablar de la posibilidad de nieve en Santiago.
De acuerdo al sitio que adelanta las condiciones del clima, ese día las extremas serán de 0° y una máxima de 15°, o sea, frío terrible.
La posibilidad de nevadas en Chile ya había sido advertida por la Dirección Meteorológica de Chile (MeteoChile), que precisó que las regiones afectadas por las nevadas serán Ñuble, Bío Bío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.
Ahora, al parecer, el pronóstico se actualizó y en el caso de la Región Metropolitana se vislumbra nieve en Santiago para el martes 7 de mayo.
Ojo acá 👀
— Balensia 🌵 (@Reppli_ca) May 3, 2024
Posibles nevadas el martes PM en Santiago 👀
A estar atentis a las actualizaciones de los modelos 🌨️🌨️🌨️ pic.twitter.com/OwZwTgerdp
La última gran nevada en Santiago de Chile fue el 15 de julio de 2017, cuando la nieve llegó a distintas partes de la Región Metropolitana, como Pudahuel y Maipú, donde no nevaba hacía 46 años.
El Cerro San Cristóbal amaneció totalmente nevado, una postal que Santiago no veía hace una década.
Registros de la Dirección Meteorológica detallan que esa noche cayeron 16,7 mm. de lluvia, en comunas del centro y oriente de la capital.
Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea, La Reina, Peñalolén, fueron algunas comunas del sector oriente,
También nevó en las comunas de Lo Espejo, Quinta Normal, Pudahuel, Macul, Lo Prado, Maipú, La Florida y Santiago Centro.
Se entrega por un máximo de 360 días y da derecho a asistencia médica gratuita
Jessica, quien viajó de Limache a Santiago, se quedó dormida al interior de la máquina y nadie le advirtió que ya había llegado a destino.
Se trata de una tradición bien chilena, que mezcla costumbre, religión y hasta mercado. Aunque la Biblia no lo diga tal cual, el origen de esta práctica tiene más historia que receta.